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Toro Rosso aterriza en el Gran Premio de Japón con un bagaje bastante negativo. En las últimas cinco carreras, solo uno de sus pilotos ha logrado puntuar, por lo que el equipo de Faenza necesita urgentemente recuperar sensaciones y volver a ser competitivo. Las últimas dos carreras han supuesto un soplo de aire fresco, ya que el equipo ha mostrado una leve mejoría. Así, Carlos Sainz y Daniil Kvyat llegan a Suzuka con la esperanza de puntuar, una necesidad acuciante sobre todo para el ruso, que necesita demostrar que merece un asiento en 2017.

El ambiente interno en el equipo Toro Rosso apunta a una intensa autocrítica tras su pobre rendimiento en la sesión clasificatoria del Gran Premio de Malasia, donde Kvyat y Sainz no han pasado del 15º y 16º lugar, respectivamente. Tanto pilotos como ingenieros coinciden de forma unánime en que la extrema debilidad del STR11 a las largas rectas de Sepang no pueden constituir un presagio de su previsible caída de rendimiento hasta final de temporada, especialmente después de firmar un brillante resultado hace dos semanas en la Q3 de Singapur. Las extremas variaciones de rendimiento según la naturaleza de los circuitos siguen determinando la competitividad de la estructura de Faenza, donde ven cada vez más improbable la posibilidad de conseguir puntos en la carrera de mañana vista la fortaleza de sus competidores directos en la lucha por la zona media.

Toro Rosso sigue aprovechando los entrenamientos libres para llegar a la raíz de sus recientes problemas de competitividad - exceptuando Singapur - tras la introducción de su nuevo paquete aerodinámico en el pasado Gran Premio de Alemania. Una vez más, Carlos Sainz y Daniil Kvyat han intercambiado las piezas de sus monoplazas respecto a la última carrera y esta vez ha sido el piloto ruso quien ha rodado con el paquete de Alemania. 

La temporada encara la recta final y los pilotos se hayan inmersos en la lucha por los puntos. Nico Rosberg, líder del Campeonato, quiere encadenar una racha de victorias que le permita alcanzar su primer título, mientras que Force India y Williams luchan por la cuarta posición. Jenson Button y Felipe Massa dejarán la Fórmula 1 el año que viene y el brasileño lo hará de forma definitiva. Mientras unos se marchan, otros, como Daniil Kvyat y Esteban Ocon, luchan por tener un futuro en la categoría.

Franz Tost, director general del equipo Toro Rosso, ha admitido ante los medios de comunicación que su piloto ruso Daniil Kvyat ha vuelto a recuperar la confianza en sí mismo después del último Gran Premio en Singapur.

Para un piloto, la Fórmula 1 puede ser fuente de alegrías o de frustraciones. Son muchos los jóvenes talentos que han sido fagocitados por la ausencia de segundas oportunidades, mientras que otros han destacado y se han situado en el altar de la categoría. En apenas tres años, Daniil Kvyat ha pasado por ambas fases. Tras llegar a Toro Rosso, su nivel y la marcha de Sebastian Vettel le permitieron ascender a Red Bull, pero los malos resultados le condenaron a volver al equipo de Faenza, en el que no tiene asegurada la continuidad tras un comienzo irregular.

Daniil Kvyat y Carlos Sainz recuerdan juntos su paso por el trazado de Sepang. Han pasado seis años desde la Fórmula BMW, y en aquellos tiempos ya aprendieron a pelear en pista como compañeros. Ya en Fórmula 1, lo más importante que destacan es el calor y la belleza de Sepang. Toro Rosso sufrirá de nuevo en las rectas del trazado malasio, con lo que su objetivo es el paso por curva.

El jefe de Toro Rosso, Franz Tost, admite que no fue fácil para el equipo perder a Max Verstappen una vez comenzada la temporada. Después del Gran Premio de Rusia, el holandés subió a Red Bull para sustituir a Daniil Kvyat, quien bajó a Toro Rosso para ocupar el asiento de Max. El primer Gran Premio de Verstappen con Red Bull fue el Gran Premio de España, donde también ganó su primer carrera Fórmula 1 con sólo 18 años, convirtiéndose así en el piloto más joven en ganar una prueba de la categoría reina.

El duelo entre Max Verstappen y Daniil Kvyat fue una de las partes más emocionantes del Gran Premio de Singapur. No sólo se vio buena competición, también respeto entre los dos pilotos pese a sus antecedentes. Desde Red Bull no ven ningún elemento polémico en la batalla vivida en pista.

El buen rendimiento del STR11 en la sesión clasificatoria infundaba expectativas optimistas de cara a la jornada de hoy, y aunque los dos puntos conseguidos por Daniil Kvyat sean bienvenidos tras la crisis deportiva de Spa y Monza, en el equipo Toro Rosso se marchan de Singapur con la sensación de no haber sacado el máximo partido a sus posibilidades durante el transcurso de la carrera. La solvencia de Kvyat dentro de los diez primeros puestos ha sido la noticia más positiva del día en la estructura de Faenza, donde contemplan con resignación el error en el sistema del MGU-K que ha frustrado todos los esfuerzos de Carlos Sainz en busca de un buen resultado. La oportunidad perdida de este fin de semana ha podido ser concluyente para descartar una buena posición en el mundial de constructores, más aún sabiendo que los dos próximos trazados de Malasia y Japón volverán a acentuar el déficit de velocidad punta en el monoplaza.

Daniil Kvyat y Max Verstappen por fin se han reencontrado de tú a tú sobre la pista. Ha sido en Singapur, donde los protagonistas del cambio de pilotos más sonado se han batido en dos duelos. El ruso le ha superado en la arrancada y le ha resistido un fuerte cuerpo a cuerpo. El holandés ha respondido en los últimos compases del Gran Premio.

La frustración e incertidumbre que vivieron todos los integrantes del Toro Rosso durante las dos últimas carreras del Campeonato ha dado paso a caras sonrientes bajo la noche estelar de Singapur. Las expectativas de cara al fin de semana apuntaban al optimismo con el potencial del STR11, aunque ninguna de las mejores apuestas situaba a sus pilotos como los más rápidos de la parrilla tras la lucha por la Pole. La buena respuesta del monoplaza a las curvas lentas de Singapur ha permitido que Carlos Sainz recuperara las buenas sensaciones con una sorprendente sexta posición, mientras que Daniil Kvyat percibe las primeras señales de resurgimiento después de finalizar séptimo por delante de ambos Force India y el McLaren de Fernando Alonso. La satisfacción en Faenza es latente a la vista de los resultados en la Q3, y aunque internamente adopten una postura cautelosa sobre sus aspiraciones para la carrera, conseguir buenos resultados dentro de los puntos se perfila como un objetivo plausible de cara a mañana.

Los focos artificiales que rodean el trazado urbano de Singapur han vuelto a relucir la competitividad del equipo Toro Rosso, inmerso en una grave crisis deportiva durante las tres últimas carreras del Campeonato. El trabajo aerodinámico en el STR11 y la buena respuesta a las curvas lentas infunda esperanzas alentadoras en la estructura de Faenza de cara a la sesión clasificatoria, donde aspirar a los puestos de acceso a la Q3 se perfila como un objetivo plausible según las buenas sensaciones que ha transmitido el monoplaza en los libres de hoy.