Daniel Ricciardo ya se ha hecho su asiento en AlphaTauri

Franz Tost le esperaba en la puerta y al entrar, una nutrida representación de miembros del equipo le esperaba para aplaudirle. 

La visita no era de cortesía o protocolaria. Hay mucho trabajo que hacer antes del G.P. de Hungría de esta próxima semana, comenzando por el asiento. 

Para el piloto, un momento mágico que llega con seis meses de retraso. ‘Honey Badger’ podría haber estado corriendo con Haas, pero declinó la oferta. Prefirió volver bajo el paraguas Red Bull, aunque fuera como reserva, pensando en que podría llegar una oportunidad.

La llegada de Ricciardo -que apenas una semana antes Marko descartaba- a Alpha Tauri es para el australiano un segundo comienzo. Tiene media temporada por delante con un objetivo claro: demostrar que su talento sigue intacto y que está capacitado para suplir a Sergio Pérez.

Es cierto, Alpha Tauri no está en su mejor momento. Ha sumado sólo dos puntos, es el farolillo rojo de la F1. Está por detrás de Haas. 

Su misión es doble: de una parte debe dejar ver el potencial real de Yuki Tsunoda. De otra, el objetivo es alcanzar a Alpha Romeo y Haas, incluso a Williams pese a que este equipo ha dado un salto adelante importante en los dos últimos GP. Para Alpha Tauri es mucho dinero el que está en juego.

Quizás por eso el recibimiento fue especial. Todos lo ven como ‘el salvador’ de la temporada. Saben -sueñan- que Daniel puede llevar el equipo a la séptima plaza de constructores. Pueden ser de 15 a 20 millones de euros los que están en juego.