China quiso recuperar a toda costa su GP al poco tiempo de la cancelación

Este fin de semana, estaba previsto que el GP de China regresara al calendario de Fórmula 1 tras tres años de ausencia a raíz de la covid-19. Finalmente, serán como mínimo, cuatro años, dado que el evento se canceló en diciembre de 2022 y pese a los intentos de la organización por recuperarlo, el número de carreras se ha quedado en 23.

En el momento en el que se tomó la decisión de cancelar el evento, China seguía con su política de cero-covid con test obligatorios, duras cuarentenas y aislamientos. Eso sí, unas semanas más tarde, dejaron de hacer pruebas y el uso de mascarilla dejó de ser obligatorio, lo cual abrió la puerta al Gobierno de Shanghai para contactar de nuevo con la Fórmula 1.

El periodista insider en China, Mark Dreyer, ha explicado que las autoridades de Shanghai pidieron por favor a la Fórmula 1 recuperar su evento, cancelado en el mes de diciembre. Sin embargo, Liberty Media optó por dejar un parón de tres semanas tras el GP de Australia para que los equipos se pudiesen preparar para lo que viene en la que será la temporada más larga de la historia.

"El Gobierno de Shanghai se acercó a la Fórmula 1 y les dijo que iba a estar todo bien para abril que no se preocupase. La covid-19 se ha ido ya y China se ha abierto al mundo, les pidieron por favor que volviese el GP este año. Querían dejar claro que se han abierto y que son de nuevo una ciudad internacional", ha comentado Dreyer en palabras que publica el portal web iNews.

El regreso de la Fórmula 1 habría sido una oportunidad de oro para China de demostrar que se han vuelto a abrir al mundo. Además, Dreyer deja claro que estaría muy sorprendido si no hay GP en 2024. El gigante asiático acogerá los juegos asiáticos el próximo mes de septiembre en Hangzhou. Se espera que participen más de 10.000 atletas.

"Me sorprendería que no hubiese carrera en China el año que viene. Ellos están desesperados por volver a la normalidad y se han dado cuenta de que todo el mundo quiere ir a su país con cierta precaución. Básicamente, toda la gente que conozco ha llegado en una semana o dos a Pekín. Ya nadie conoce los números en términos de casos o fallecimientos, hay mucha incertidumbre", ha expresado Dreyer para cerrar.