Buemi y Dennis, pilotos de simulador de Red Bull, claves en la Pole de Verstappen en Imola

Posiblemente, ni siquiera el asesor de Red Bull, Helmut Marko lo hubiese pronosticado. El sábado, el Red Bull RB20 era otro, al menos el del holandés, que logró una nueva pole.

Mientras Max daba las gracias a Nico Hülkenberg por ese rebufo que pudo ser decisivo en la clasificación, el jefe de equipo, Christian Horner agradecía el trabajo de los ‘poleman en la sombra’, Sébastien Buemi y Jake Dennis.

"Hay que agradecerles el trabajo a Sébastien y Jake. Han estado trabajando hasta el alba para dar con una puesta a punto que permitiera al coche ser competitivo. Merecen un reconocimiento especial porque han sido fundamentales", dijo Horner.

El trabajo de ambos no se desarrolló en Imola, obviamente, sino en Milton Keynes, en la base del equipo, en esa sala oscura que contiene el simulador, frente al cual una gran pantalla va reproduciendo el circuito viraje a viraje, bache a bache, piano a piano.

Obviamente, no son ingenieros sino pilotos. Y debieron trabajar muy duro en el simulador, probando mil y una configuraciones, hasta dar con la idónea. Idónea al menos para Max, porque Pérez cayó en la Q2, quizás porque la ‘ventana de trabajo’ del coche era aquí muy estrecha.

No fue sólo su trabajo, evidentemente, sino también el de los ingenieros que estaban en el ‘garaje remoto’, que buscaban soluciones con los datos que les llegaron el viernes de la pista, quizás incluso tras los Libres 3 del sábado.

Todos los equipos, al menos los grandes, hacen lo mismo, evidentemente, pero queda claro que la correlación de datos entre ‘simulador y pista’ es un tema clave y en ello Red Bull parece llevar ventaja sobre sus adversarios.

Y a buen seguro que este mismo sábado por la noche habrán estado trabajando en el tema de la táctica idónea, para que en el box puedan tomar hoy durante la carrera, las decisiones más adecuadas.