Brawn renueva y pilotará la Fórmula 1 del futuro

La valía de Brawn como técnico, su capacidad negociadora y visión global de la categoría le hacen el candidato ideal ante la imperiosa revisión del reglamento técnico que debe afrontar la categoría en 2025, 2026 a lo más tardar.

Recordemos que Brawn llegó a la F1 en Benetton, de la mano de Tom Walkinshaw para quien había diseñado los Jaguar ganadores de Le Mans. Forjó una estrecha complicidad con Michael Schumacher y Rory Byrne y ambos técnicos siguieron al alemán cuando éste pasó a Ferrari, donde estuvieron durante más de una década. Con la retirada de Michael, Brawn se tomó un año sabático y como Ferrari no quiso recuperarlo, firmó con Honda. Se hizo cargo del equipo cuando los japoneses se marcharon para tener equipo propio en 2009… y arrasar en el Mundial. Vendió su equipo a Mercedes y fue hombre clave en la construcción del equipo de la estrella. En otras palabras, Brawn conoce perfectamente todos los palos de la F1.

"Hubiera sido frustrante no ver los coches nuevos en marcha. Estoy muy emocionado ante los desafíos que vamos a tener que afrontar en este momento", ha señalado Brawn en declaraciones al portal web RaceFans. Los cambios para 2025 –o 2026– serán capitales, pero estarán en función de la elección de la futura unidad de potencia que quiere ser más sencilla y económica para atraer a equipos nuevos.

Aunque será el único superviviente del triunvirato que Liberty puso a la cabeza de la F1 tras el cese de Bernie Ecclestone, la continuidad de Brawn parecía necesaria y el hecho de que en el pasado hubiera trabajado con Stefano Domenicali en Ferrari –aunque entonces Stefano estaba a sus órdenes– facilitaba el acuerdo.

Brawn ya sabe la magnitud del problema que debe solucionar. De hecho, las reglas nuevas que entrarán en vigor en 2022 –previstas inicialmente para este año pero aplazadas a causa de la pandemia– ya suponen un ruptura importante sobre las actuales al confiar el grueso de la carga aerodinámica al efecto suelo y dejar a las alas traseras un protagonismo marginal, de ajuste final.

Brawn, que tiene 66 años, ha explicado que "llegará el momento en el que tendré que parar, pero por el momento no me lo planteo" y asegura que su continuidad es importante porque "en estos momentos soy quien mejor conoce nuestra organización", dado que Chase Carey ha dado un paso al lado y Sean Bratches, que tenía competencias de marketing, ha renunciado para emprender otros proyectos.