TÉCNICA: El funcionamiento de los frenos en Spielberg

A pesar de ser relativamente larga, más o menos, como las pistas de Budapest y Montreal –4,3 kilómetros cada una, con diferencias de decenas de metros–, la pista austríaca es la única del mundo en la que se completa una vuelta en menos de 65 segundos: el año pasado Valtteri Bottas llegó a la pole con Mercedes en sólo 1'04''251.

Esto se consigue gracias a la alta velocidad media del trazado, así como también a las pocas curvas que tiene éste –sólo diez–, de las que sólo cuatro exigen a los frenos una frenada cercana al segundo.

Hay que destacar en esta pista las importantes ondulaciones que presenta: desde el punto más alto al más bajo hay una diferencia de altura de 65 metros.

Según los ingenieros de Brembo, que han clasificado las 21 pistas del Campeonato del Mundo, el Red Bull Ring entra en la categoría de circuitos altamente exigentes para los frenos.

El desempeño de los frenos durante el GP

En cada vuelta, los frenos se usan siete veces por un total de menos de nueve segundos y medio, cuatro décimas menos que la pista de Monza.

Desde el principio hasta la bandera a cuadros, los frenos funcionan entonces durante un total de 11 minutos, lo que equivale al 15 por ciento de toda la carrera.

Todavía menos se emplean los frenos en la segunda mitad de la pista, a partir de la curva de Rauch –Curva 6– hacia adelante: de hecho, si en la primera sección los pilotos usan los frenos durante 6 segundos y medio, en el segundo los emplean durante menos de tres segundos.

Incluso la desaceleración máxima se ve afectada por esta divergencia: de los 4,7 gramos de promedio que se registran en la primera sección pasamos a cuatro gramos en la siguiente. Como resultado, la desaceleración promedio de la pista es de 4,3 gramos, como en el caso de Barcelona.

La energía disipada en el frenado durante todo el GP por cada coche está bastante contenida: 147 kWh, equivalente a la energía necesaria para operar alrededor de 49 pares mecánicos.

En total, durante la carrera, un piloto utiliza los frenos poco menos de 500 veces, ejerciendo una carga total de 62 toneladas en el pedal del freno.

Las frenadas más exigentes

De las siete frenadass del Red Bull Ring, 4 están clasificadas como exigentes para los frenos, dos son de dificultad media y una es liviana. La más desafiante para el sistema de frenado es la de la curva de Castrol –Curva 1–: los monoplazas llegan a 317 kilómetros/hora y en sólo 1,81 segundos bajan a 144 kilómetros/hora. Para tener éxito, los pilotos ejercen una carga de 151 kilos en el pedal del freno y sufren una desaceleración de 4,8 gramos.

Con el freno presionado, los monoplazas viajan 106 metros, aproximadamente a lo largo de la Catedral de Salzburgo. Los pilotos sufren 4,8 gramos de desaceleración también en la curva Schlossgold –Curva 4– gracias a los 313 kilómetros/hora que alcanzan en la recta que la precede.

La velocidad de entrada en curva menor se da en la curva de Remus: los coches están girando a 110 kilómetros/hora.

Este último requiere el uso de frenos durante 2,34 segundos, pero una carga en el pedal de "sólo" 146 kilos.

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