TÉCNICA: Así llegan los equipos a Singapur

El problema es que dado el poco tiempo de una carrera a otra y la distancia a recorrer, las novedades no son cuantiosas. Al menos las visibles. Como comentaba Martí el otro día, Mercedes ha cambiado la relación de marchas tras el paso por los dos circuitos más rápidos del calendario, en busca de una aceleración mayor sacrificando algo de punta.

Punta que por otro lado se verá reducida con las paredes que han traído los equipos aquí. En el caso de Mercedes, el alerón trasero no es tan desproporcionadamente grande, pero el de Red Bull es exagerado. La inclinación que tiene además recuerda a eso, una pared. Os dejo una comparación Monza a la izquierda Singapur a la derecha:

Ya nos hacemos una idea de la diferencia. Las branquias, el anclaje del pilón, o incluso la diferencia de distancia del inicio del endplate hasta que comienza el primer plano. La perspectiva no es exactamente la misma, pero se aprecia que en el de Monza es más del doble. Os dejo también el antes mencionado de Mercedes y el de Ferrari.

Y ya que no tenemos grandes novedades, vamos a dedicarnos a mirar en los recovecos, a ver si encontramos algún detalle interesante. En primer lugar, tenemos el curioso morro del Lotus. Vemos todos los pequeños derivadores de aire que tiene, parece casi un radiador. Desde luego este coche es un cúmulo de pequeños detalles que no ha terminado de funcionar –es increíble lo complicado de pilotar que parece-, pero muy aprovechables en el futuro.

Mirando más fotos vemos dos interesantes, que suelen repetirse mucho, y es chasis sin morro. Se pueden apreciar las suspensiones, el esquema totalmente distinto que tienen los dos coches que traigo, Williams y Ferrari, en ese orden. 

Vemos que prácticamente están volteados el uno respecto al otro, con la parte más reforzada del chasis arriba para el Williams, mientras que en el Ferrari se encuentra abajo. Siempre se ha dicho que la suspensión del Ferrari requería un chasis más rígido, en años pasados era más clara la diferencia.

También vemos como los cables de seguridad que anclan las suspensiones tienen mucho más recorrido en el Williams. En el Ferrari prácticamente se sujetan nada más acabar los brazos. No deja de ser curioso que dos soluciones tan distintas den unos resultados –entrecomillemos mucho aquí por favor- tan "parecidos".

Eso es todo por ahora. Personalmente a mí me encanta este circuito por cómo las luces dejan contemplar la belleza de estos trastos. Porque podrán ser más o menos bonitos de un año para otro, pero qué queréis que os diga, a mí me siguen enamorando.