Insight del GP de Azerbaiyán F1 2021: Ferrari, sólo a una vuelta

El comienzo del fin de semana volvía a ser muy prometedor, ya que las cuatro horas de pruebas libres les dejaban en una posición muy delantera:

Sainz era segundo y Leclerc quinto, pero estaban en el mismo tiempo que los Red Bull, tanto en el tiempo de vuelta como en los sectores. Seguían siendo la referencia, y superaban a McLaren por tracción en el primer tramo, y a los Mercedes, que estaban un poco fuera de posición, con unas dos décimas cedidas en cada zona. Una situación que se seguía reproduciendo en la clasificación.

Leclerc no perdía la posición y seguía con Verstappen, y ahora con un resurgido Hamilton. Sainz estaba en la cuarta plaza, y lo que habían mostrado en las sesiones anteriores seguía vigente, eran la referencia, y volvían a tener una gran oportunidad para esta carrera. Su coche corría, tenía velocidad en recta, y en curva lenta. Todo apuntaba a que iban a ser unos candidatos al podio, ya que era un coche con una curva lenta muy buena, y una gran prestación en las tandas cortas, lo que ya les dio la Pole en Mónaco. Sin embargo, en la carrera, cuando era algo más que sólo una vuelta, dieron un paso atrás importante, reflejado en el ritmo de carrera.

No sólo no estaban en cabeza, sino ni entre los cinco primeros. Habían perdido un auténtico mundo, casi un segundo por vuelta con cada coche, y estaban tan atrás que no sólo habían sido superados por los Red Bull, sino también por Vettel e incluso los dos Alpha Tauri. Un gran problema, totalmente imprevisto, y que les hizo pasar de luchar por un podio a acabar conformándose con los puntos. Pero, ¿qué les llevó a estar tan atrás? 

La respuesta la podemos encontrar en la comparación entre clasificación y carrera, y en el hecho de que sólo Mazepin y Ocon, ambos con problemas evidentes a lo largo de la prueba, perdieron más que ellos. Con respecto a Red Bull se dejaron un segundo, a razón de medio en el primer tramo y otro medio en el segundo. Una situación muy parecida a la que tenían con Mercedes, y en cierta parte también con Alpha Tauri. Un tiempo perdido en las dos primeras zonas, no en la tercera, en la que estuvieron en ritmo de otros coches, y que puso en relieve una de las grandes claves del Ferrari. Y esa no era otra que se trata de un coche con una suspensión y trabajo de neumático muy agresivo, que no le impide meter los neumáticos rápidamente en temperatura, y a una vuelta, en circuitos donde hay poca exigencia de neumático, pueden funcionar muy bien. Sin embargo, la contrapartida de ello es que su exigencia es mayor, y, por lo tanto, el consumo de neumático y degradación mucho más elevada. 

Un problema que no fue nuevo, pero que se agravó con la presencia de unos neumáticos más blandos, como era el caso de C3, C4 y C5, por lo que acabaron cediendo mucho en la carrera, y perdiendo una gran parte de lo que habían ganado a una vuelta, cuando la degradación no tenía un efecto tan importante y tan marcado. Y un problema, también, complicado de dar una solución temprana y rápida, pues depende de la propia filosofía del coche, de modo que les hará condicionar todo lo que han hecho a una vuelta a la manera en que sean capaces de gestionar los neumáticos y hacerlos vivir.