Alonso y Prost: ¿vidas paralelas?

"Ferrari ha tomado la decisión de prescindir de Alain Prost tanto para el último Gran Premio como para la próxima temporada. La relación entre un piloto de primer nivel y un equipo de primer nivel implica el rendimiento del piloto y también el carácter del piloto. En el primer aspecto, estamos muy contentos con el rendimiento de Alain Prost. Yo, personalmente, he trabajado con Alain durante los últimos cuatro meses, y creo que es verdaderamente un muy buen piloto y un fantástico piloto de pruebas. El segundo aspecto es el carácter. El carácter de Alain Prost durante esta temporada no ha estado al nivel que Ferrari desearía de un piloto de primer nivel. Su carácter dentro y fuera del equipo ha supuesto que Ferrari haya tenido que finalizar la relación".

Cambiemos los nombres, y el mensaje podría ser el mismo en las próximas semanas. Porque Fernando Alonso y Ferrari han llegado al punto de mayor tensión en su relación desde que todo empezó a arder en Julio de 2013. 

Precisamente en el pasado GP de Singapur, Alonso se quejaba de tener que apagar los incendios que provenían de Italia con respecto a los rumores sobre su salida de Ferrari. Hasta ahí, incendio apagado, sumado a sus declaraciones en Monza. Pero entonces añade una misteriosa frase: "hablaré dentro de unas semanas". Más gasolina. Porque dentro de dos semanas (en el momento de pronunciar la frase) se corre en Suzuka. Suzuka, el circuito de Honda. Honda, de la que corre el rumor que hará un gran anuncio en su Gran Premio y que no ha ocultado que quiere a un primer espada en McLaren el año que viene. McLaren, que ha reconocido estar a la espera de la respuesta del piloto asturiano.

De modo que todas las posibilidades de apagar el fuego se vuelven tan vanas como darle una caja de cerillas a un pirómano en un bosque. Y el continuo flujo de rumores sobre su marcha empiezan a convertirse en una especie de tic tac de reloj en espera de que suene la campana: su marcha.

Y entonces, acaba el Gran Premio. Alonso, tras firmar una gran carrera que bien podría haber acabado en podio sin el safety car, pronuncia otra frase que parece dirigida a su compañero de equipo: "el otro Ferrari está a 45 segundos". Bien, a Kimi Räikkönen lo está machacando. Pero tampoco es justo ese comentario, porque igual que a él le perjudicó el safety-car, perdiendo la segunda posición, lo mismo le ocurrió a Kimi, que al poco de hacer su parada se encontró con el coche de seguridad, con el agravante de que se vio encerrado en el tráfico. Justo antes, iba detrás de Alonso. Pero no es cuestión de justificar al finlandés. Porque la frase no iba dirigida realmente para él: era para la Scuderia. Sin mí, a 45 segundos.

Tras la carrera, Mattiacci es asediado por los periodistas. ¿Seguirá Alonso en Ferrari?. "De momento, sí". En Spa declaraba con rotundidad la continuidad del asturiano. Ya no. Algo ha cambiado radicalmente, y según se filtraba el lunes, Alonso habría comunicado a la Scuderia su decisión de dejar el equipo al final del año.

Que Ferrari pasa por una crisis de resultados es evidente. Que Alonso salva los muebles del equipo cada 15 días, también. Que seguramente el español ha dejado de creer en el proyecto que le ofrecen los de Maranello, también. Pero aún con todo, si algo no tolera la Scuderia es la disidencia, la falta de compromiso. Aunque sea en mitad de una crisis. Y Prost es la referencia a comparar, porque el francés, el mejor piloto del momento en 1991 (por palmarés, muy a la par con Senna, ambos con tres campeonatos por entonces), era otro de los pilotos que sacaba lo mejor del coche, poniéndolo en lugares que no le pertenecían. En 1990, recién llegado a Ferrari, logró 5 victorias, las mismas que Alonso en su primer año de rojo (2010). Al año siguiente, Prost no consiguió ninguna victoria, y Alonso sólo una en aquél GP de Inglaterra sin difusores soplados. Para Prost, era la primera vez desde su debut en 1980 que no conseguía al menos una victoria en la temporada. 2014 será (salvo sorpresa) la primera desde 2009 sin ganar para Alonso, y la primera desde 1994 para la Scuderia.

Una visión estadística global de ambas crisis quizás ilustre la similitud de ambas:

• 1990: 6 victorias (5 Prost, 1 Mansell), 3 poles (Mansell), 5 vueltas rápidas (3M,2P), 14 Podios (9P,5M). Campeonato: 2º (P) 5º (M), 2º constructores.
• 1991: 0 victorias, 0 poles, 2 vr (1Prost, 1 Alesi), 8 podios (5P, 3A). Campeonato: 5º (P), 7º (A), 3º constructores.
• 1992: 0 victorias, 0 poles, 0 vr, 2 podios (Alesi), Campeonato: 7º (A), 13º (Capelli), 4º constructores.
• 1993: 0 victorias, 0 poles, 0 vr, 3 podios (2 Alesi, 1 Berger). Campeonato: 6º (A), 8º (B), 4º constructores.

• 2010: 5 victorias (5 Alo), 2 poles (Alo), 5 vr (Alo), 15 podios (10 Alo, 5 Mas). Campeonato: 2º Alo, 6º Mas, 3º constructores.
• 2011: 1 vic. (Alo), 0 poles, 3 vr (2 Mas, 1 Alo), 10 podios (Alo). Campeonato: 4º (Alo), 6º (Mas), 3º constructores.
• 2012: 3 victorias (Alo), 2 poles (Alo), 0 vr, 15 podios (13 Alo, 2 Mas). Campeonato: 2º (Alo), 7º (Mas), 2º constructores.
• 2013: 2 victorias (Alo), 0 poles, 2 vr (Alo), 10 podios (9 Alo, 1 Mas). Campeonato: 2º (Alo), 8º (Mas), 3º constructores.
• 2014: 0 victorias, 0 poles, 1 vr (Rai), 2 podios (Alo), Campeonato: 4º (Alo), 11º (Rai), 4º constructores. (Hasta el GP de Singapur).

Los números siempre son fríos, pero dejan clara la gravedad de la situación por la que atraviesa el equipo. Si bien, visto así, hacen buenas las recientes palabras de Jean Todt de que Ferrari no está ahora tan mal como cuando él llegó en 1993.

La cuestión es: ¿puede Ferrari prescindir de Alonso?. La lógica dice que no. Sería un suicidio deportivo. Así lo declaran voces autorizadas del paddock, como Niki Lauda. Pero Lauda olvida (o quiere olvidar) que Ferrari no se preocupa de la gloria de sus pilotos, sino de la suya propia. Cuando se deshicieron de él en 1977 por no aceptar las condiciones económicas desorbitadas que el austríaco planteaba, parecía el desastre (ahora también parece que las exigencias económicas de Alonso no cuadran en Ferrari). Dos años después, ganaron el campeonato con un Jody Scheckter que, siendo un gran piloto, no llegaba a la calidad de Lauda. Y cinco después, el campeonato de constructores, repetido en 1983, y si se resistió el de pilotos (sobre todo en 1982) fue por una serie de trágicos accidentes.

Viene a la memoria en este momento una anécdota vivida en las Finales Mundiales Ferrari celebradas en Cheste en 2009. Allí, el caído presidente Luca Cordero di Montezemolo, se encontraba con una aficionada del piloto asturiano que le explicaba que Fernando era el mejor, el número uno. Luca, sin perder la compostura, esbozando esa sonrisa tan encantadora y característica de la que suele hacer gala, contestó:

"No. Ferrari è la uno". O sea, "Ferrari es la número uno". O Ferrari es lo primero.

Y ese es el único credo que no se permite quebrar en Maranello. Nadie en su sano juicio discutiría que Ferrari, sin Alonso, estaría mucho más hundida y con peores resultados. Pero nadie puede olvidar tampoco que en 1991, en mitad de su más cruenta crisis hasta la fecha, Ferrari prefirió deshacerse del mejor piloto de su época junto con Senna (en aquél momento, ambos con tres mundiales) que soportar la más mínima crítica por parte del piloto. Prefirió iniciar la reforma con pilotos de la talla de Capelli, Berger, o el apasionado Alesi, todos muy competentes pero no de primera línea, a tener que ver menospreciado su orgullo por un piloto que, tarde o temprano, acabaría dejando la Scuderia, sea por retiro, sea por fichar por la competencia. La Scuderia no temió ver tambalearse el suelo bajo sus pies, consciente de la perspectiva del tiempo. Del mantra que recorre Maranello como parte de su ADN: "los pilotos pasan, Ferrari permanece".

A su vez, Alonso no puede perder más tiempo. Su sueño rojo, el de los coches de la infancia, se ha convertido en una sangría deportiva difícilmente soportable. Se sabe el mejor, pone a la Scuderia por encima de su realidad. Y destila su talento sin poder luchar por nada, salvo hecatombe de los de arriba. No merece tales resultados, y busca una salida. Su relación con Mattiacci no parece tan buena, tan fluida, ni tan espontánea como con Domenicali. ¿Cuánto hace que no se ve a los mecánicos de Ferrari, a los ingenieros, celebrar una carrera de Alonso?. No hay alegría en Ferrari, no hay ilusión, la relación de amor se ha roto. Y Marchionne no es Montezemolo: no es un apasionado de las carreras, sino, dicho de algún modo, un burócrata. Ve a los pilotos como dos empleados más. Y según sus palabras, cuentan con "dos campeones". Quizás otro mensaje encubierto para dejar claros sus pensamientos.

Pero el futuro de Alonso se presenta igual de incierto que el de la Scuderia. Los mejores equipos, Mercedes y Red Bull, tienen pilotos con contrato en vigor. Podría hacer como Prost: esperar un año, moverse entre bambalinas, y hacerse con un contrato en el equipo dominante para 2016, como hizo el francés con Williams en la temporada de 1993. Pero esa es una opción que no se contempla. Así pues, Mclaren-Honda es la opción, el lugar del que salió Prost para recalar en Ferrari.

La cuerda está tensada al máximo. Sólo queda esperar la decisión de Alonso o de la Scuderia. Y esperar que dentro de unos años, cuando Ferrari vuelva a estar en lo más alto con Alonso en el retiro, éste no tenga que expresar las palabras que Prost dijera en la época de Schumacher: "Ferrari ha dado a Schumacher lo que a mí no me dieron".