Robert Wickens da un paso más y competirá en IMSA con un Corvette GTD

Wickens quedó parapléjico en un gravísimo accidente en IndyCar en 2018, tras el cual emprendió una dura, larga y complicada recuperación. Bryan Herta, ex piloto de IndyCar y propietario de equipo, le dio una oportunidad hace tres años y con él fue campeón de la categoría en 2023.

“No estaría en ningún lado sin Bryan Herta, Sean Jones y Hyundai. Esas fueron las personas clave que me permitieron volver a conducir un auto de carreras y, francamente, encendieron la chispa que sabía que nunca había muerto dentro de mí. Realmente fue lo que hizo que todo comenzara y tuvimos tres años muy exitosos juntos”, ha dicho un agradecido Wickens.

En estos tres años, con la ayuda de Bosch, se ha ido poniendo a punto un sistema de conducción adaptado, cuya versión más moderna será instalada en el Corvette.

“Hace tiempo que quería ascender a WeatherTech-IMSA. Sentía que era bastante transparente en ese mensaje. Intenté convencer a los fabricantes de equipos originales o a los dueños de los equipos para que, primero, me pusieran en el auto como a cualquier otro piloto de carreras, pero encontraba un problema:  'Tienes que diseñar un sistema de frenos completo que no existe', acabana diciendo. Bosch haya venido a mi ayuda con su tecnología ya está demostrando que me está dando las oportunidades que quiero en mi carrera. No solo en este próximo viaje, ascender a la serie IMSA WeatherTech”.

De momento, Wickens correrá sólo en las carreras ‘sprint’ de IMSA, las que duran 2 horas y 40 minutos y no lo hará en las consideradas de resistencia como las 24 horas de Daytona. Su debut está previsto en Long Beach, pero hay un gran trabajo por delante con el simulador, con la instalación de los sistemas que le permiten pilotar en el coche, pruebas en línea recta para comprobar su funcionamiento y finalmente los test en circuito.