14 títulos de Mercedes no son fruto de la casualidad

Como equipo, Mercedes ya era de récord. Es cierto que Ferrari tenía seis títulos de constructores consecutivos, pero no de pilotos, que se quedan en cinco.

El 'rodillo' alemán, gestado con el cambio de las reglas de motores y la adopción de la actual unidad de potencia híbrida, ha sido imparable. Sólo en 2017 y 2018 Ferrari estuvo relativamente cerca y Vettel logró romper que los pilotos de las estrellas de plata consiguieran doblete en la clasificación de pilotos.

Ventaja tecnológica importante gestada en torno al propulsor, terreno en el que 'pillaron' a los rivales con la guardia baja; las estimaciones que estos hicieron sobre lo que era capaz de hacer Mercedes se quedaron muy pero que muy cortas. Pero contando también con un chasis y aerodinámica que siempre estuvieron a la altura de las circunstancias y mostrando una gran capacidad de evolución tanto para solucionar posibles errores surgidos en la pretemporada como para mantener su ventaja respecto a los competidores.

Algunos quitan méritos a las huestes de Toto Wolff. Dicen que el equipo lo gestaron Ross Brawn y Michael Schumacher, que Toto y Niki Lauda recogieron un producto ganador y se han limitado a utilizarlo.

Pero olvidan un detalle importante: desde que Mercedes compró Brawn para fundar equipo propio –después de que Ron Dennis se negara a que Daimler tomara el control de McLaren, de la que ya poseía el 40%– ha habido una gran rotación de técnicos –algunos de ellos procedentes de Ferrari– sin que la competitividad del equipo bajara un ápice y eso es algo muy difícil de conseguir. Recuerdo que Flavio Briatore decía siempre que era más difícil sustituir a un buen ingeniero que un buen piloto y Wolff lo ha conseguido.

James Allison ha sido el director técnico desde 2017, en sustitución de Paddy Lowe –que fue director ejecutivo entre 2013 y 2017–; antes Ross Brawn, asistido pro Bob Bell, había sido el jefe. Pero junto a ellos ha habido grandes segundos, que habían sido directores técnicos en otros equipos, como Geoff Willis o Aldo Costa. Aquí esta la clave, las personas adecuadas en los lugares adecuados… trabajando como un equipo, pero también con una clara estructura piramidal.

Lo mismo se puede decir de Mercedes HPP, donde nacen los motores, inicialmente bajo Thomas Fuhr, después con Olla Källenius al mando y al final con Andy Cowell, que este año ha cedido el testigo de la gestión de HPP a Hywel Thomas.

Muchos dicen que Hamilton ha ganado tantas carreras y títulos por el coche. Es en parte cierto, muchos otros pilotos habrían logrado títulos con este coche. Pero no debe olvidarse que cuando Lewis optó por ir a Mercedes, dejó a McLaren, un equipo que peleaba contra Ferrari al menos por los subcampeonatos, tras el inaccesible Red Bull, por un equipo que era aún una íncógnita; sí en 2010 y 2011 había sido cuarto del Campeonato, en 2012 había perdido una posición.

Lewis arriesgó, sí. Pero no exactamente a ciegas. En sus años de McLaren había colaborado con Mercedes y sabía lo que se cocía ahí, no en vano tenía buena amistad con Norbert Haug, entonces director de competición de la estrella. Fue la elección acertada… pero pudo no haberlo sido.

El encadenar la racha dominante más larga de la historia no se ha gestado por casualidad. Para conseguirlo se han tenido que unir personas, talento, medios –técnicos y financieros– y una organización equilibrada y que funcione. Estas rachas no se forjan por casualidad sino que tras ellas hay mucho trabajo, más que el que han puesto los otros.