El doble abandono salvó a Ferrari de la agonía

Hablar de Mercedes es hablar de dominio absoluto, llevan haciéndolo desde 2014 y esta año lo siguen haciendo. Están muy por delante en ritmo de clasificación y en ritmo de carrera, y Hamilton, que no ganó la primera cita por culpa de un Bottas más respondón de lo habitual, se ha desquitado.

Hizo una vuelta memorable el sábado bajo la lluvia con la que doblegó a Max Verstappen, y en la carrera, lo de siempre: con el codo apoyado en la ventanilla y completando sin problemas las 71 vueltas de carrera. En el GP de Austria, Mercedes sí que tuvo problemas con los sensores de la caja de cambios -incluso ordenaron a los pilotos no pasar por encima de los pianos.  Lo revisaron y en este GP de Estiria estaba todo solucionado, Hamilton y Bottas pudieron pisar perfectamente los pianos y esa grieta en la fiabilidad desapareció.

El dominio de Mercedes es un poco insultante, y la sensación que da es que, salvo que alguien reaccione o haga algo inesperado, es que será inesperado que alguien les quite la victoria. Así que, de momento, parece que el duelo será Hamilton contra Bottas. El finlandés lidera ahora mismo el mundial, pero convencido de que coincidéis conmigo en que, si hay que apostar, apostaría todo a la casilla de Lewis Hamilton.

Son los más rápidos en curva rápida, de los más rápidos en el resto del terreno, tienen un coche muy equilibrado... todo pinta muy bien. Tendremos la prueba del algodón en el Hungaroring, un circuito de alta carga aerodinámica. Si Red Bull no puede estar más cerca, o a la altura, en un cirucito de curva lenta donde el motor no es tan predominante, apaga y vámonos, porque luego vienen Silverstone, Barcelona, Spa, Monza... puede ser terrible.

En cuanto a Red Bull, lo he dicho en los titulares: Verstappen no es suficiente. Para inquietar a Mercedes, Red Bull necesita que pasen cosas, como en el GP de Austria. Si no, Max no será suficiente. Podrá hacerlo, como en años anteriores, en circunstancias especiales, pero necesitamos que Red Bull de un salto hacia adelante y sea un equipo regular en la batalla contra Mercedes. No lo es. Helmut Marko ha soltado ya un pequeño dardo hacia el motor Honda porque, lo cierto, es que no han mejorado lo suficiente.

Además, Red Bull tiene otro problema llamado Alexander Albon. Está muy, muy lejos; vergonzosamente lejos de Verstappen. Solamente ver los tiempos de carrera y que cruzó la línea de meta a 10 segundos de Verstappen, cuando Max había hecho una parada extra, te demuestra que el ritmo es muy inferior. No sé qué puede hacer Red Bull, porque Albon va a seguir a falta de reemplazos, pero imagino que si la tendencia sigue, buscarán otra vía. La cuestión es que no tienen balas en la recámara, no hay un programa de jóvenes pilotos con una cantera infinita, de hecho, Ferrari está más fuerte en su programa de llegada a la F1.

La gran pregunta que yo me hago es si Vettel puede ser una buena opción para Red Bull. Y yo ahí diferencia a Horner y Marko, que ya han dicho que no, de Mateschitz, que es el fundador y ya ha dicho que le gustaría que su hijo pródigo volviera a casa.

Vettel no tiene nada ahora mismo. Está en una situación de desamparo absoluto. Le han cerrado todas las puertas, pero creo que ir a Red Bull sería un error. Si Ricciardo le machacó en 2014, si Leclerc le ganó en su primer año en Ferrari, ¿cómo se va a meter en la cueva de Max Verstappen?

Verstappen puede destrozar a Vettel. Creo que sería terriblemente dañino para Seb ponerse a su lado. Espero que lo piense bien. Me da un poco de pena la situación que está atravesando ahora mismo y la forma en que lo ha tratado Ferrari.

Sobre la carrera de este fin de semana, Leclerc cometió un error gravísimo. Se precipitó y demostró que aún es un poco inmaduro. Pero la actuación de los dos pilotos de Ferrari fue triste el sábado en la lluvia y creo que el accidente fue una buena noticia para Vettel, porque quedó claro que el falló fue de Charles y acabó con el sufrimiento, evitando cualquier humillación que pudiera haber venido después en carrera. Sirvió para que no se magnificaran los problemas de ritmo que tienen, porque no están a la altura de McLaren, Racing Point y Renault.

Ahora toca Hungría. Uno podría pensar que Ferrari tendrá una oportunidad, porque es una pista donde la eficiencia aerodinámica y la potencia del motor no son tan importantes, pero yo tengo pocas esperanzas. El coche de este año es bastante malo. No sólo por el motor, también por el chasis. Introducirán una evolución aerodinámica importante, pero también estrenaron piezas en Estiria y vimos que no funcionaron.

Si analizamos lo que es Ferrari, si analizamos su rendimiento en los últimos 40 años, ves que en cuatro décadas tan sólo han tenido una era brillante, que es la que protagonizaron Schumacher, Todt y Brawn entre 2000 y 2004, cuando 'desitalianizaron' el equipo. Cinco títulos; seis con el de Räikkönen, que llegó de rebote.

Desde que Jody Scheckter ganó en 1979, han desfilado por Maranello pilotos y jefes de equipo. Parece que asocian la palabra 'fracaso' a no ganar el Mundial, aunque basta con analizar su historia para ver la sequía por la que han pasado y están pasando en la actualidad. No debería sorprendernos que no consigan títulos.

Veremos qué ocurre de ahora en adelante, porque sabemos que 2020 será una temporada dura. Esperemos que lo solucionen, porque en 2021 llega Carlos Sainz. Y su gran valedor es Mattia Binotto, aunque no me atrevo a garantizar que éste siga como jefe de equipo si este Mundial termina como parece que terminará.

En la zona media tenemos a una Racing Point muy fuerte, sobre todo sobre seco. Existen sospechas sobre su coche, del que se ha dicho que es un Mercedes de 2019 pintado de rosa. Renault ha puesto una reclamación al respecto por los conductos de refrigeración de los frenos, que son un elemento que cada escudería debe diseñar por sí misma. La FIA ha pedido los planos a Racing Point y Mercedes, y si se confirma que Racing Point ha comprado el diseño pueden ser excluidos de Estiria y tener que improvisar de cara a Hungría. Es una papeleta bastante complicada.

Eso le vendría muy bien a McLaren, que ha vuelto a firmar un fin de semana extraordinario. Fue un gran Gran Premio para el equipo, sobre todo con la tercera posición de Carlos Sainz en la clasificación del sábado. La lluvia nos hace bien, porque nos permite restarle un poco de importancia al chasis para trasladar la responsabilidad a los pilotos, y es en esas circunstancias que podemos ver las diferencias entre cada uno.

Pero el tercero del sábado era una posición irreal, como se vio luego en carrera. Al poco de tomar la salida ya estaba quinto. Pero luego llegó el pit-stop. McLaren tardó ocho segundos y eso echó al traste su carrera. Carlos cayó en tráfico, destrozó sus neumáticos y terminó noveno. Lo compensó un poco Norris, que sin esos problemas y con una buena parada se metió en la batalla, y que con los problemas de Pérez volvió a sumar una buena cantidad de puntos para McLaren.

Ahora vamos a Hungría. Terminaremos el primer triplete de la temporada, aunque no será el último. De momento tenemos diez carreras confirmadas, pero creo que pronto confirmarán más. Pienso que anunciarán Canadá. Estados Unidos y Brasil caerán, pero a ver si entra otra cita en Portugal. Estoy bastante convencido de que llegaremos a los 15 Grandes Premios.