Volkswagen ya no será como Tesla: aplaza el proyecto Trinity, adelanta el ID Golf y apostará por eléctricos baratos para todos

La giga-inversión necesaria para el proyecto 'Trinity' no pareció del agrado de los accionistas, que veían cómo, dentro del grupo alemán, Porsche conseguía sobrepasar con el eléctrico Taycan las ventas del Tesla Model S sin tantas nuevas inversiones: fábricas convencionales y tecnología propia para llevar al vehículo a los altares. Así que Oliver Blume, CEO de Porsche, sustituyó a Herbert Diess y comenzaron una serie de cambios que culminan esta semana con el aplazamiento del proyecto Trinity: no tendrá nueva fábrica, se retrasa a 2032, que en la práctica significa que se paraliza por completo, y tendrá un software proporcionado o mejorado por los nuevos socios de Volkswagen: la americana Rivian y la china Xpeng.

VOLVER A SER ‘EL COCHE DEL PUEBLO’

El proyecto de Oliver Blume con Volkswagen significa volver a ser… ‘Volks-wagen’, es decir, el coche del pueblo, y la piedra angular será el nuevo Golf, que sustituirá a la vez al Golf actual y al ID.3. Es seguro que contará con versión eléctrica, llamada ID.Golf, con una plataforma como la del actual ID.3 mejorada y con el diseño tradicional del compacto de la marca, pero no es descartable que el Golf 9 llegue también en formato combustión, con una evolución técnica del Golf 8 que contaría con una carrocería similar al ID Golf: dos coches con diferente plataforma pero mismo signo estético.

El retraso de ‘Trinity’ empuja al grupo Volkswagen en la misma dirección que los modelos de combustión: que cada plataforma técnica dure, como hasta ahora, dos generaciones del modelo. De este modo, la actual MEB alargará su vida otros 6 u 8 años con cambios técnicos, pero sin grandes inversiones en las líneas de fabricación, dando lugar a una nueva generación de modelos eléctricos liderados por el ID.Golf de 2029, pero también por las nuevas generaciones de Cupra Formentor, Audi Q4 Sportback o Skoda Enyaq, entre otros. 

La segunda consecuencia en el retraso de 'Trinity' es el uso intensivo de la plataforma premium escalable –SPP en sus siglas en ingles– estrenada por el Porsche Macan y el Audi Q6. Esta plataforma recibirá mejoras constantes de software para adaptarse a las nuevas exigencias del mercado, flexibilidad en el uso de baterías y actualización de componentes para ser más competitiva y servir como base a todos los modelos altos de gama que se lancen hasta la llegada de 'Trinity' en 2032: Audi A4, Porsche Cayenne o modelos de Bentley están en cartera con esta nueva configuración técnica.

El objetivo actual del grupo Volkswagen es enfrentarse a Tesla siendo Volkswagen y no rivalizando ‘cara a cara’ con los coches de la marca americana, donde los alemanes tienen las de perder porque utilizan un sistema productivo, comercial y de postventa totalmente distinto, para muchos anclado en el pasado, pero tremendamente eficaz de cara a los millones de clientes a los que les asustan los saltos a ‘lo más nuevo’.

ESPAÑA, CLAVE EN LA ESTRATEGIA

Todos estos cambios se producen en un momento claro de deceleración del mercado de coches eléctricos de gama media y alta, mientras los más asequibles, como el MG4 o el Volvo EX30, despuntan en ventas. Stellantis y Renault llegarán pronto a esos segmentos: los Fiat Panda, Citroën C3, Opel Frontera, Renault 4, Renault 5 e incluso Ford Puma llegarán en menos de doce meses al mercado para contentar a los que buscan un eléctrico como primer coche de los jóvenes, segundo coche familiar o coches económicos para empresas. Volkswagen no quiere perder el ritmo, y ofrecerá toda una saga de modelos ‘made in Spain’ por menos de 25.000 euros que engloba a los Volkswagen ID.2, Cupra Raval o Skoda Elroq, todos previstos entre finales de 2025 e inicios de 2026

En resumen: Volkswagen deja de mirarse en el espejo de Tesla y vuelve a ser Volkswagen. ¿Será la nueva estrategia un éxito? No lo sabemos, pero al menos los clientes no estarán confundidos: los nuevos Volkswagen eléctricos tendrán un diseño estético similar a los térmicos y unas cualidades que no darán un salto que asuste a los clientes de la marca, sino que irán subiendo escalón a escalón hasta llegar a coches con conducción autónoma e hiper-conectados, tecnologías muy apetecibles, pero que no todo el público no quiere o está dispuesto a pagar por ellas…