Volkswagen vislumbra un futuro sostenible para el Diesel

El gigante alemán señala que, con combustibles parafínicos, sus propulsores de última generación son capaces de reducir las emisiones entre un 70% y un 95% frente a un Diesel convencional.

De hecho, todos los coches de Volkswagen con motor TDI de cuatro cilindros entregados desde finales de junio de este año cumplen la homologación europea para usar ese tipo de combustibles.

Este tipo de fluido parte de aceites vegetales que se convierten en hidrocarburos a través de una reacción con hidrógeno. El resultado –HVO– se puede mezclar con Diesel convencional.

Volkswagen pronostica que este tipo de combustibles podrían llegar a suponer hasta el 30% del mercado en la próxima década, de ahí que les vea potencial como una forma de reducir sus emisiones.

Esto se combina obviamente con el avance del coche eléctrico. De hecho, VW estima que en 2030 los eléctricos supondrán el 70% de sus ventas en el continente europeo.

Entre la progresión de los BEV y la implantación de estos combustibles, la marca alemana quiere que ya en 2030 la huella de carbono de su flota europea sea un 40% inferior a la que era en 2018.

El director de Gasolina y Diesel de Volkswagen, Thoma Garbe, señala:

"Con los combustibles sostenibles, hacemos posible que clientes de toda Europa puedan reducir sus emisiones de dióxido de carbono tan pronto como tengan disponible localmente ese combustible".

"El uso de combustibles parafínicos es una opción adicional interesante para empresas con una flota de vehículos que comprenda una mezcla entre modelos eléctricos y motorizaciones convencionales".