Toyota se plantea cambiar la plataforma de sus coches eléctricos

A principios de mes trascendió que Toyota había creado un grupo de trabajo para revisar su hoja de ruta en materia de electromovilidad, que de momento se fundamenta en la promesa de invertir 27.500 millones de euros hasta 2030 para lanzar al mercado una treintena de modelos.

Ahora Reuters ha adelantado algunos de los puntos que la marca nipona quiere atajar en los próximos meses. El primero y primordial es aumentar el margen de beneficios que deja cada coche eléctrico. Para ponerlo en perspectiva, el de Tesla es varias veces superior al de Toyota.

La solución no pasa por subir precios, sino por replantear los coches desde la base para mejorar su producción. Así, una de las opciones que Toyota sopesa pasa por reemplazar la actual plataforma E-TNGA por una nueva arquitectura específica para vehículos eléctricos.

La actual E-TNGA, diseñada para convivir en las líneas de ensamblaje con la manufactura de vehículos de combustión, se habría convertido en una limitación para seguir el ritmo de sus rivales en materia de innovaciones tecnológicas.

La combinación de una manufactura demasiado cara y una plataforma de trabajo sub-óptima serían los principales factores que forzarían a Toyota a replantearse su futuro, con tal de dotarse de los recursos para competir de tú a tú con el resto de actores del mercado.

Esto tendrá una afectación directa en el calendario de lanzamientos de la marca. De hecho, Reuters asegura que Toyota ya está en contacto con sus proveedores y que a principios de 2023 les comunicará la hoja de ruta al detalle hasta 2026.

Esta noticia llega días después de que Toyota confirmase que tendría seis modelos eléctricos a la venta en Europa antes de 2026. El primero es el ya presentado Toyota bZ4X, pero a éste se le sumarán una variante continental del bZ3 y el equivalente eléctrico del nuevo C-HR.