CURIOSIDAD

¿Te acuerdas del Golf GTI W12? Ya tiene 10 años

27/01/2018 09:13

Volkswagen no es una marca que se caracterice por fabricar vehículos demasiado divertidos. Las variantes GTI y R del Golf, el Polo o el Scirocco puede que sean la excepción que confirma esta regla. Sin embargo, en otro tiempo no tan lejano, esta firma pensaba en grande y tenía un gran sentido de la deportividad. ¿Os acordáis del Golf GTI W12? Pues ya ha cumplido una década.

El Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica 2018, que finalizará este domingo, ha vuelto a demostrar que los 'hot-hatchback' nunca mueren y, es más, están mejor que nunca. Pese al cambio de tendencia en el sector de la automoción, cuyo paradigma es cada vez más eléctrico y autónomo, no son pocas las marcas que se esfuerzan por crear compactos de altas prestaciones –el último, el Hyundai Veloster N–.

No obstante, lejos de esta visión atlética y con el propósito de potenciar una imagen de marca 'verde', Volkswagen sólo ha apostado este año por el nuevo Jetta –que tendrá su versión GTI en 2019–, un Volkswagen Passat GT –con reminiscencias GTI– y un Up! GTI, de los cuales únicamente veremos en España el último, más pequeño y menos potente de los tres. En esta tesitura, no son pocas las decepciones entre los fans del fabricante alemán.

El Golf R400 quizás sea la última sorpresa que nos deparó la casa de Wolfsburgo en este sentido, aunque se trata de un proyecto que se desestimó. Algo parecido ocurrió con el Golf GTI W12 cuando la quinta generación del popular modelo se encontraba en el ecuador de su ciclo de vidauna época en la que Volkswagen se planteaba resucitar al Scirocco o lanzar el primer Polo GTI, que ya va por su tercera evolución.

El Golf V marcó un antes y un después en la estirpe GTI desde sus inicios en 1974. Hasta ese momento, las potencias del Golf GTI habían aumentado progresivamente en incrementos que variaban entre un 5% y un 15%. Pero el paso de la cuarta a la quinta generación trajo consigo una crecida del 33% en el caballaje, que pasó de 150 a 200, además de incorporar opcionalmente una caja automática DSG de doble embrague.

Con una mejora tan vertiginosa, Volkswagen se vio obligada a equipar un motor V6 en el R32 para diferenciar la variante más prestacional del Golf, que ya había debutado en 2002, aunque se equipaban bloques de seis cilindros en este modelo desde el Golf III V6 Syncro. Esto mermó el posicionamiento de las siglas GTI, ante lo que el equipo de Martin Winterkorn, expresidente de la compañía, tuvo que tomar una decisión.

Tras rehusar varios proyectos, Volkswagen concluyó crear el coche compacto más potente de la historia sobre la plataforma y la base tecnológica de un Golf GTI V. Conocido como Golf GTI W12, este excéntrico vehículo equipaba el mismo motor que otro acreditado prototipo de la empresa germana, el Nardò, cuyo nombre honraba al famoso circuito de pruebas italiano. Fue creado diez años antes, en 1997.

Con todo, el Nardò desarrollaba 414 caballos, mientras que el GTI W12 alcanzaba –no sin ayuda electrónica– los 650. Con esta nueva configuración, Volkswagen cedió su creación mecánica a Bentley para que equipase tal bloque en el Continental GT, si bien el Golf lo montaba en posición central y el deportivo británico delante de la cabina. El resultado, en cualquier caso, eran 745 Newton metro de par. Ahí es nada.

Sólo se fabricó una unidad de este monstruo mutante, la cual equipaba, como no podía ser de otra forma, un espectacular kit de ensanche para la carrocería que le permitiese instalar neumáticos de hasta 295 milímetros en el eje trasero –el único motriz–, un sistema de suspensión de competición que rebajaba el chasis en más de 7 centímetros con respecto a un Golf convencional y un escape con cuatro enormes –y cantarinas– salidas.

Las consecuencias de los esfuerzos en ingeniería llevados a cabo en la bestia GTI, que también tuvo su correspondiente reducción de peso, fueron unas prestaciones muy por encima de la gran mayoría de superdeportivos actuales: una aceleración de 0 a 100 en 3,6 segundos y una velocidad punta de 325 kilómetros por hora, en la línea de, por ejemplo, un moderno Porsche 911 Turbo –lanzado en 2016 con 540 caballos de potencia–.

No sabemos con exactitud los planes futuros de Volkswagen, pero a juzgar por sus últimas reacciones en el ámbito de las presentaciones de producto, su estrategia pasa necesariamente por la ecología tras el caso de las emisiones que lastró su imagen en 2015. Esto no tiene por qué ser contradictorio al alto rendimiento, eso sí, mediante energías alternativas a los combustibles fósiles como es el caso de la electricidad.

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