Seat cerrará Martorell si tiene lugar una consulta contra la Unión Europea

Al margen del sufragio para seguir formando parte de España o no, la compañía perteneciente al Grupo Volkswagen se ha posicionado en contra de la pretensiones del líder catalán acerca de un posible éxodo de la U.E. "La estabilidad política, la seguridad jurídica y la permanencia en la Unión son imprescindibles para asegurar la sostenibilidad económica y laboral de nuestra compañía y sus filiales, así como para mantener la confianza de nuestros clientes y accionistas", dijo el italiano.

Las fuentes que ha consultado El Mundo, cercanas a la marca, también recuerdan el hecho de que cerca del 95% de la producción de la planta de Seat en Martorell se dedica a los mercados de la Unión Europea, entre ellos España. De este modo, la duda ante la segregación, ya no de España, sino de toda la comunidad política de los Estados Miembros, abocaría al colapso económico a la filial de VAG de seguir en territorio catalán, dado que las exportaciones serían sometidas a duros aranceles.

Sin unas garantías de competitividad aceptables en la industria automotriz del Viejo Continente, será difícil para Seat continuar fabricando sus modelos en Cataluña. "Somos una empresa fuertemente arraigada en Barcelona y España. Aquí trabajamos más de 14.500 personas, la mayoría de esta provincia, y además generamos decenas de miles de puestos indirectos tanto en Cataluña como en el conjunto del país", añadió el presidente de la organización hace unos días.

El cierre de la fábrica de Seat, de ocurrir, sería el ejemplo más significativo de lo que sucedería al noreste de la península con una Generalitat dispuesta a desvincularse de la U.E: un fenómeno de salida generalizado en todos los sectores de la economía catalana con un mínima base de exportación mercantil. En este sentido, antes incluso de las declaraciones de Puigdemont, el número de empresas que han sacado su sede de Cataluña se acerca peligrosamente a las 3.000 según el Colegio de Registradores.

Sea como sea, las últimas declaraciones del recientemente destituido President han abierto un nuevo frente de inseguridad para Seat y tantas otras sociedades. Así, salvo que los resultados de las elecciones del 21 de diciembre sofoquen notoriamente el riesgo de secesión, la firma de Martorell tendrá serios problemas a lo largo del próximo lustro para atraer nuevas inversiones de Volkswagen que supongan crecimiento y estabilidad financiera para sus líneas de producción.

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