Se avecinan curvas para el gurú del camión eléctrico

Corría el año 2016 cuando su director ejecutivo y fundador, Trevor Milton, presentó al mundo el Nikola One con su autoproclamada autonomía de 1.600 kilómetros. Nunca pasó del estadio conceptual. Y en 2019 debutó el Nikola Tre, que todavía sigue en desarrollo.

En el contexto de expectación de la nueva movilidad, Nikola arrasó en su salida a la bolsa y alcanzó una capitalización de 21.000 millones de dólares en junio de 2020. Pero ahora se sitúa en ‘apenas’ 5.600 millones, lastrada por meses de acusaciones e incertidumbre.

De hecho, todo se empezó a torcer precisamente en junio de 2020. Bloomberg reveló que Trevor Milton había mentido en la presentación del Nikola One, donde enseñó un chasis rodante del camión presentándolo como una unidad completamente funcional.

Milton lo negó categóricamente. Amenazó con acciones legales y llegó a exigir a Bloomberg el despido del periodista que había firmado la pieza, algo que no ocurrió. Pero no pudo mantener mucho tiempo su posición combativa.

En septiembre de ese mismo año, un informe de Hildenburg Research denunciaba que Nikola era "un complejo fraude creado sobre decenas de mentiras de su fundador y director ejecutivo, Trevor Milton".

Apenas unos días después, y ya con la empresa en caída libre en la bolsa, Milton dimitió como presidente y director ejecutivo, y vendió todas sus acciones a cambio de algo más de 1.000 millones de dólares.

Y así llegamos a julio de 2021, cuando el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado tres cargos por fraude contra Trevor Milton, al que acusan de engañar a sus inversores sobre "prácticamente todos los aspectos" de su empresa.

Según el Departamento de Justicia, que se basa en una investigación de la Comisión de Bolsa y Valores, Milton habría hecho comunicados públicos engañosos sobre su producto y sus perspectivas de futuro con el fin de que entraran más accionistas en la empresa y así incrementar su valor.

La acusación busca la devolución de todo beneficio que pudiera experimentar por esta actividad irregular, lo que incluiría los más de 1.000 millones de dólares que cobró cuando vendió su participación en la compañía.