Rolls-Royce Sweptail: probablemente, el automóvil más caro de la historia

La marca de la dama alada ya presentó el año pasado un prototipo con un diseño similar. El 103EX Concept, un coche del más alto lujo y con la posibilidad de personalizarse completamente acorde a las preferencias del cliente, mostró al mundo unas líneas más estilizadas y deportivas de lo habitual en Rolls, quizás queriendo avanzar el futuro arquitectónico del “espíritu de la velocidad”, que preferiblemente veremos sobre la nueva generación del Phantom en 2019.

Sin embargo, aquel anónimo cliente de la firma, quien le encargó hace cuatro años el Sweptail, tenía su propia concepción de lo que debía ser el lujo y de lo que Rolls-Royce había de poderle ofrecer. Así, inspirado en las berlinas que el fabricante inglés construía a principios del siglo pasado y en la náutica, esta nueva joya es única en el mundo. Estamos hablando, en otras palabras, de un nivel de customización tan extremo que jamás había sido visto en el mundo de la automoción.

Fruto de la pasión de su dueño por las embarcaciones de nivel, la silueta del Sweptail evoca las líneas de un yate deportivo, especialmente a medida que el techo se acerca a la zaga, donde muere. No obstante, el frontal, que parece rememorar la mirada sorprendida de un Phantom Drophead Coupe del 2010, es menos especial, aunque cuenta con un nuevo parachoques y ópticas de última generación.

Ya dentro del coche, el habitáculo, pese a su inmensidad, sólo puede ser disfrutado por dos personas, pues se trata de un modelo biplaza pese a medir casi 6 metros de longitud. Un gran techo panorámico, que se extiende desde el marco superior del parabrisas hasta la ventana trasera, inunda de luz natural una cabina donde abundan materiales de la más alta calidad, como el ébano, el titanio y el cuero natural, construidos y ensamblados de manera totalmente artesana.

El maletero, revestido en madera y aluminio, incluye un completo equipaje a juego con dos pequeñas maletas emplazadas en las paredes exteriores del coche y la consola central alberga un mecanismo que, al pulsar un sencillo botón, despliega una botella refrigerada de champán y dos copas de cristal. Después de todo, el Ghost Elegance con pintura de diamante nos puede parecer algo corriente.

Bajó el capó delantero, reside el mismo motor que, presumiblemente, equipará el nuevo Phantom, es decir, un V12 de 6.750 centímetros cúbicos mejorado, de forma que superará con seguridad los 460 caballos de potencia máxima y los 720 Newton metro de par que declara tener ese motor actualmente, aunque entendiendo que su peso es más elevado, es evidente que su consumo y prestaciones no mejorarán notablemente. 

“Su precio será sustancialmente alto. Se podría decir que, con mucha probabilidad, se tratará del coche más caro jamás construido”, llego a afirmar el CEO de la firma, Torsten Müller-Ötvös, a Car Magazine, si bien los rumores hablan que esta joya podría superar los 11 millones de euros, llegando a revalorizárse unos cuantos miles de euros más cada día.