Renault estudia salir de Rusia con la venta de AvtoVAZ y Lada

Actualmente, la casa del rombo tiene una participación mayoritaria del 68% en AvtoVAZ y estaría interesada en desprenderse de las acciones para cortar relaciones con el país eslavo. El problema, sin embargo, es que la parte interesada en comprar, la estatal Rostec, no puede llevar a cabo ninguna operación porque está sujeta a sanciones.

Renault valora en 2.200 millones de euros su negocio en Rusia, hasta el punto que AvtoVAZ supone el 10% del total de la facturación de la marca en todo el mundo. Lada vende los dos coches más exitosos del país.

La venta de AutoVAZ y Lada a un inversor local es uno de los principales quebraderos de cabeza de Renault ahora mismo, después de que suspendiese sus actividades en Rusia la semana pasada. Este es el segundo mercado más importante para Renault y en 2021, representó aproximadamente 482.300 ventas, situándose en segundo lugar, detrás de Francia con 521.700 ventas. Allí se fabrican las versiones específicas del Renault Arkana, el Renault Captur, el Renault Duster y el Nissan Terrano –que es un Duster con logos de la firma nipona–.

Según explicó hace unos días Clotilde Delbos, directora financiera de Renault, Avtovaz es una marca muy endeudada, pero con bancos rusos; aunque este parón afecta de manera notable al grupo. De los 46.000 millones de euros que facturó en 2021 la marca rusa aportó 6.000 millones de euros a la casa francesa.

Sin embargo, no todo es una cuestión de abastecimiento sino de economía en general. Si bien el mercado ruso creció un 4,3 % en 2021, las sanciones económicas más drásticas afectan inevitablemente a la ciudadanía rusa y las ventas de coches nuevos bajan. En enero de 2022, la cuota de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi con Lada en el mercado ruso era del 35,5%.

Por su parte Bloomberg señala que "aunque Renault está expuesta a Rusia debido a sus grandes operaciones allí, nos preocupa más su capacidad para mantener un rendimiento sólido a la luz de las probables interrupciones de suministro, los mayores costes de los insumos y la dependencia del mercado automovilístico europeo, que podría verse afectado por el conflicto entre Rusia y Ucrania". Estas declaraciones surgen a raíz del cierre de la gran fábrica de Moscú.