PRIMERA PRUEBA

Prueba Cupra Ateca 2019, primera prueba: lobo con piel de SUV

Rafael Alonso
22/06/2018 11:30

Cupra ha dejado de ser sólo la división de coches deportivos de Seat para convertirse en una marca con identidad propia, y el Cupra Ateca es su primera creación. Con motivo de su presentación internacional, en SoyMotor.com hemos tenido la oportunidad de conducirlo y comprobar si realmente es un coche diferente.

Seat presentó el Ateca en 2016, del que probamos su versiones Excellence TDI y FR EcoTSI de 150 y 190 caballos. Como su primer SUV estaba llamado a revolucionar la casa de Martorell y, junto al nuevo Seat Arona, han llevado a la marca española a cerrar un 2018 de récord con más de 440.000 unidades vendidas entre todos sus modelos en todo el mundo.

En febrero de este mismo año, la división deportiva de Seat, Cupra, anunció su excisión de la casa madre para ser una marca independiente con modelos propios, y el Ateca –Cupra Ateca en esta ocasión– vuelve a ser protagonista.

El Cupra Ateca es el primer modelo de esta nueva marca y anticipa la llegada de otros siete modelos en los próximos dos años, entre los que habrá un SUV coupé y, a finales de 2019, un modelo especial; quizá el primer modelo eléctrico de la casa barcelonesa. Todos ellos serán herederos de la experiencia de Seat Sport –ahora Cupra– en competiciones como la Copa del Mundo de Turismos –WTCR–, el Campeonato Europeo de Turismos –TCR Europa–, y las 24 Horas de Barcelona, donde está presente con grandes resultados; y para trasladar esta esencia de competición, Jordi Gené ha participado en el desarrollo y la puesta a punto de este Cupra Ateca.

 

PARECIDO, PERO NO IGUAL

Al estar construido sobre la base del Seat Ateca, sus dimensiones son prácticamente idénticas al modelo de Seat, y sólo crece en 1,3 centímetros hasta 4,376 metros como consecuencia de los nuevos parachoques. Estos tienen ahora un diseño más agresivo y es distinto el patrón de las parrillas superior e inferior, así como las nuevas entradas de aire para refrigerar los frenos y las cuatro colas de escape, que en el Seat son sólo dos. Por otra parte, fruto de su nueva suspensión específica, es un centímetro más bajo que un Seat Ateca, y mide 1,6 metros de alto sin contar las barras del techo.

El Cupra Ateca está disponible en seis colores de carrocería que son Azul Energy, Rojo Velvet, Plata Brillante, Gris Rodium, Negro Mágico y Blanco Nevada, y además de por sus parachoques y el logotipo, se distingue de su homólogo por sus llantas de 19 pulgadas de serie –hay otros dos modelos de diseño exclusivo en opción–. Adicionalmente las molduras de los retrovisores, marcos de las ventanas, las parrillas y splitter frontal, y los spoiler y difusor trasero son negro brillante, pero se pueden pintar en imitación carbono con el paquete de acabado exterior opcional.

Independientemente del modelo de llantas elegido, los neumáticos son siempre unos Pirelli P Zero de 245/40R19, cuando los más grandes que puede equipar un Seat Ateca con llanta de 19 pulgadas son de 235 milímetros. Las pinzas de freno están pintadas en negro con la palabra 'Cupra' impresa, y los discos son ventilados delante y detrás de 340 y 310 milímetros respectivamente, mientras que en el Seat son de 312 y 272 milímetros y los traseros son macizos. Opcionalmente los frenos delanteros puede ser unos Brembo con discos perforados de 370 milímetros.

 

DETALLES DE DEPORTIVIDAD, EQUIPAMIENTO DE CONFORT

En el interior, el Cupra Ateca es muy similar al Seat Ateca, pero incorpora elementos distintivos como unas estriberas de aluminio con la palabra 'Cupra' en los pasos de las puertas, iluminación de ambiente y detalles en negro brillante en el salpicadero, que pueden ser de imitación de carbono en opción. La tapicería de los asientos y los paneles de las puertas es parcialmente de alcántara con costuras en color bronce, y totalmente de cuero en opción. El volante deportivo con levas y achatado en la base está tapizado en piel, y los pedales son de aluminio. Como su hermano de distinta madre, el salpicadero presenta un aspecto despejado y discreto, con una superficie de tacto gomoso y buenos ajustes de los elementos que lo forman.

De serie, en el mueble central y tras la palanca del cambio automático, está ubicado un mando giratorio que permite seleccionar los distintos modos de conducción entre Normal, Sport, Individual, Snow, Off-Road y Cupra, que ajusta parámetros de la dirección, la suspensión, la respuesta del motor y la actuación del cambio de marchas.

Como equipamiento base, el Cupra Ateca cuenta con control de crucero adaptativo con reconocimiento de señales, mantenimiento de carril, detección de peatones, ángulo muerto, tráfico posterior y fatiga, frenada de emergencia y asistente en atascos, testigo de presión de neumáticos y desgaste de las pastillas de freno, faros 'full-led' de encendido automático y pilotos traseros de leds, control de descensos y asistente en pendiente.

Además, incluye acceso y arranque sin llave, cargador de teléfono por inducción, cuadro de instrumentos digital de 10 pulgadas y pantalla multimedia táctil de 8 pulgadas, cámaras de visión de 360 grados, navegador integrado, asistente de aparcamiento automático y portón de apertura automática con pedal virtual. En opción es posible contar también con asientos deportivos y calefactados con ajuste eléctrico, techo panorámico o equipo de sonido Beats Audio con ocho altavoces y un subwofer de 340 vatios. Como curiosidad, no ofrece la posibilidad de contar con faros antiniebla ni siquiera en opción.

 

EL ATECA MÁS POTENTE Y RÁPIDO

En el apartado mecánico, el Cupra Ateca equipa un propulsor gasolina 2.0 TSI de 300 caballos de potencia y 400 Newton metro de par. El León Cupra con el mismo motor entrega también 300 caballos, pero sólo 380 Newton metro de par, y el Seat Ateca más potente, 190 caballos. Para gestionar toda esta potencia, la marca ha recurrido al sistema de tracción a las cuatro ruedas 4Drive, asociado al habitual cambio de marchas automático de doble embrague DSG de siete velocidades.

El motor empuja con mucha fuerza desde 2.000 revoluciones hasta las 5.200 vueltas, pero si lo estiramos un poco más, incluso en el modo manual del selector de marchas, cambia automáticamente a una relación de cambio superior al llegar a la zona roja del tacómetro. Su velocidad máxima es de 245 kilómetros/hora y, con la función ‘Launch Control’ activada en el modo Cupra –el más deportivo–, acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 5,2 segundos; 0,3 segundos más lento que el León Cupra pero 2,7 segundos más rápido que el Seat Ateca de 190 caballos.

Para cumplir con los nuevos estándares de homologación de emisiones y consumo WLTP, el Cupra Ateca cuenta con un filtro de partículas y homologa unas emisiones de 168 gramos de dióxido de carbono/kilómetro para un consumo medio de 7,4 litros a los 100 kilómetros, sólo 0,4 litros más que el Seat Ateca más potente.

En cuanto a su chasis activo, el Cupra Ateca equipa una suspensión mejorada con una barra estabilizadora posterior, amortiguadores de dureza variable y muelles más duros que en el Ateca de Seat. Con ello, consigue un paso por curva más rápido y muy estable, pero puede ofrecer mayor o menor confort en función del modo de conducción seleccionado. La dirección también es de asistencia variable acorde al modo de conducción y la velocidad a la que se circula.

Durante nuestro primer contacto con el Cupra Ateca hemos tenido la oportunidad de exprimir brevemente su potencial en un tramo de carretera de 4,4 kilómetros cortada al tráfico. A pesar de la corta duración de la experiencia, apreciamos con claridad su gran capacidad de aceleración y frenada, y su buen comportamiento dinámico. Es sorprendente lo ágil que se muestra y lo rápido que cambia de dirección, dado su peso de más de 1.600 kilos. El bramido de su motor, proveniente de sus cuatro colas de escape, se cuela en el habitáculo cuando se acelera a fondo, pero pasa desapercibido al circular a ritmo tranquilo o por vías rápidas. Sus neumáticos P Zero de gran tamaño permiten una gran capacidad de tracción incluso si se acelera a fondo en apoyo, donde la tracción total hacen un gran trabajo para llevar el coche por su camino, y el control de estabilidad hace lo propio para corregir una eventual pérdida sin resultar demasiado intrusiva.

Así, el Cupra Ateca logra un muy buen compromiso entre el comportamiento deportivo y el confort de marcha en carretera, donde se ha mostrado cómodo para viajar incluso en el modo de conducción Cupra.

 

ÚNICO EN SU SEGMENTO

El precio del Ateca Cupra parte de 44.900 euros y puede llegar a 52.800 si se equipa con los asientos deportivos calefactados, tapizados en piel con ajuste eléctrico, pintura metalizada, llantas exclusivas, frenos Brembo y el equipo de sonido Beats Audio.

Para su comercialización en España, Cupra ha seleccionado 29 concesionarios Seat en los que habrá un córner dedicado a la marca y donde un comercial experto mostrará y gestionará las pruebas de particulares, pero podrán realizarse pedidos desde cualquier concesionario de la compañía.

Con todo, el Cupra Ateca es un modelo sin una competencia directa, pues los SUV de marcas generalistas no ofrecen tanta potencia y un comportamiento menos deportivo, y los SUV premium que podrían plantarle cara por prestaciones son, por lo general, algo más grandes y notablemente más caros. En definitiva, un coche de altas prestaciones vestido de una apariencia que resulta familiar: todo un lobo con piel de SUV.