Los proveedores de Apple se fijan ahora en el coche eléctrico

La firma taiwanesa, que es responsable del ensamblaje de casi la mitad de la electrónica de consumo mundial, seguiría de este modo la estela de la japonesa Nidec que también vislumbra el coche eléctrico como una oportunidad para expandir horizontes.

Nidec se encarga de la producción de los motores silenciosos del iPhone, pero ahora estaría interesada en producir su propio e-axle –bloque formado por motor, transmisión y electrónica–. Confía en que cada vez más fabricantes externalicen estos componentes y quiere amasar un 35% de este mercado específico –e-axles– antes de que termine la década.

Aún no está claro qué producto suministraría Foxconn, aunque sí hay indicios. La agencia Reuters cita a su presidente prometiendo el desarrollo de una "plataforma abierta" para fabricar componentes clave para las marcas de coches, incluidas baterías y servicios de conectividad.

Foxconn también estaría desarrollando una batería de estado sólido, que prevé introducir al mercado en 2024. El 10% de cuota de mercado –en este caso, de coches con tecnología o implicación de la empresa– es un objetivo a alcanzar en algún momento del periodo 2024-2027.

"Queremos llevar la tecnología taiwanesa del coche eléctrico al resto del mundo", ha declarado Liu. No ha entrado en detalles sobre las negociaciones que mantiene con la industria de la automoción, pero ha declarado que "están en marcha". "Tenemos que movernos rápido para coger cuota de mercado".

La hipótesis de Nidec, también de Foxconn, es que la transición al coche eléctrico cambiará sustancialmente las necesidades industriales que se asocian a la automoción. Apuestan porque ésta evolucione como la electrónica de consumo, en la que unos pocos proveedores abastecen a las grandes marcas, incluso de la competencia.