Peugeot: mantener un coche eléctrico es un 30% más barato que uno de combustión

Una de las grandes barreras que existe hoy en día para comprar un coche eléctrico es su elevado precio comparado con modelos semejantes de combustión. Sin embargo, ¿qué hay de su mantenimiento? Convivir con uno de estos vehículos es más barato que con cualquiera de los tradicionales. Así lo asegura Peugeot, que cifra en un 30% el ahorro precisamente en cuanto al mantenimiento.

Este ahorro viene dado principalmente porque los motores eléctricos son bastante más sencillos que los de combustión. Uno de estos últimos tiene unas 30.000 piezas, mientras que uno eléctrico reduce esta cifra al 60%. El motor eléctrico de un coche cuenta, básicamente, con un eje, un rotor, las bobinas, las escobillas, los cojinetes, el estator y la carcasa. Sólo el rotor es una parte móvil, mientras que los motores de combustión tienen muchas piezas así sometidas a desgaste.

Los elementos periféricos de un motor también son menos en un motor eléctrico. Bombas, válvulas, actuadores, colectores, alternador... prácticamente todo ello desaparece. También el sistema de escape con los sistemas de reducción de emisiones tan de moda hoy en día. Además, la electrónica que gestiona los motores alimentados por baterías es también más sencilla.

El único punto en el que un motor eléctrico es más complejo que uno de combustión es en su sistema de refrigeración. Éste se usa para el propio propulsor y para mantener la temperatura de la batería en el rango óptimo, además de incidir sobre la electrónica de potencia y el cargador. Su líquido se renueva igual que en un coche convencional, cada 175.000 o 180.000 kilómetros o diez años.

Los neumáticos de un coche eléctrico pueden degradarse más de la cuenta por el elevado par motor de un propulsor así, pero por otra parte la entrega lineal del mismo los cuida si se aplica la potencia con conocimiento. Además, el sistema de frenado tiene más duración al incidir sobre las deceleraciones el frenado eléctrico. Cambiar pastillas y frenos se alargará más en el tiempo, algo que no sucede con el líquido de frenos, que ha de cambiarse cada dos años.

Además de todo esto hay que tener en cuenta el menor coste que supone moverse con un coche eléctrico. Por ejemplo, Peugeot calcula que su e-208 demanda entre 0,55 y 2,04 euros cada 100 kilómetros, mientras que la versión Diesel equivalente hace que se tengan que pagar 5,2 euros cada 100 kilómetros. La diferencia con un motor de gasolina es aún mayor.