Marcus Grönholm avala el Proton Iriz R5

Su último 'trabajo' ha sido la puesta a punto del Proton Iriz R5. Se trata de un proyecto del preparador Chris Mellors, propietario de Mellors Elliot Motorsport, que cuenta con el beneplácito de la marca malaya, hoy propiedad de Geely pero que estuvo muy ligada a Mitsubishi, hasta el punto de que un Proton Lancer disputó el Mundial de Grupo N hace algunos años.

El coche se ha hecho esperar. Fue anunciado en 2017 para correr en 2018, pero sólo ha sido homologado este año en 2019 y aunque se han vendido una media docena de unidades y el hijo del preparador, Ollie Mellors, ha disputado ya algún rally local con él –recientemente se impuso en el Grizendale Rally– se quería la 'validación' de un experto para darle luz verde real y como 'tarjeta de presentación' del vehículo.

De hecho, no es la primera vez que Marcus se subía al Proton. Ya lo hizo a finales de 2017, cuando el coche estaba en fase inicial de desarrollo y ahora ha sido llamado para que confirme la buena dirección del trabajo realizado estos dos años.

Grönholm se mostró sorprendido por el comportamiento del coche, noble, sin tendencias subviradores o sobrevidoras dominantes, fácil de conducir, "aunque necesitaría algunos ajustes en la dureza de las suspensiones. Cuestión de reglajes", dijo el excampeón del mundo.

"He conducido como invitado, así que no puedo decir mucho sobre el coche", se excusó Grönholm. Pero Chris Mellors, el preparador, estaba entusiasmado porque el finés certificó los avances realizados con el coche, que puede ser una alternativa económica en unos momentos en los que los R5 son cosa exclusiva de los departamentos de competición-cliente de las marcas y han desplazado a los preparadores privados al rol de 'asistencia' y 'mantenimiento'.