Marchionne, ingresado muy grave en el Hospital Universitario de Zúrich

Un portavoz de Fiat Chrysler Automobiles –FCA– ha confirmado que su hasta ayer consejero delegado, Sergio Marchionne, se encuentra ingresado en el Hospital Universitario de Zúrich, uno de los mayores de Suiza. El centro es tan discreto que ni siquiera confirma el ingreso, pero el comunicado de FCA no deja lugar a dudas.

El portavoz no ha dado detalles sobre las condiciones del directivo italocanadiense de 66 años, que también ha sido reemplazado en el consejo de la empresa logística SGS con un presidente interino. Un comunicado de la compañía suiza explica que se hallan "en una profunda tristeza" por las noticias, y en los mismos términos se han manifestado desde Philip Morris International, multinacional tabaquera en cuyo consejo de dirección tiene un asiento Marchionne.

CONDICIONES "IRREVERSIBLES"

El tono dramático y precipitado de las comunicaciones de FCA sobre su convaleciente figura clave han despertado los peores presagios en los últimos días. Y lo peor es que empiezan a encontrar respaldo en informaciones todavía sin confirmación oficial, pero publicadas por un enviado del periódico italiano 'La Repubblica', que apunta a un intento infructuoso de atenuar la sedación de Marchionne para que respirase por sí mismo tras el que se han perdido las esperanzas de una reacción del paciente.

Nada hacía presagiar una situación tan grave cuando el mandamás de 66 años dijo a sus colaboradores que estaría fuera "sólo unos pocos días" para someterse a una operación en el hombro derecho. Sin embargo, las complicaciones se han sucedido en lo que, con seguridad, era algo más que un tratamiento puntual y que ahora apunta a un adiós traumático, en el que le acompañan su esposa Manuela y sus hijos Alessio Giacomo y Jonathan Tyler.

EL REFORMISTA DE TURÍN

Sergio Marchionne ha sido una figura clave en las últimas dos décadas del grupo Fiat, y su legado deja huella en un conglomerado que hoy es muy distinto al que encontró cuando accedió a sus cargos. Para muchos será recordado como el hombre que fue capaz de mover una colosal maquinaria y transformarla en un tiempo récord para recobrar una competitividad perdida y convertir, al mismo tiempo, las cenizas de Chrysler en una puerta privilegiada a los Estados Unidos.

Otros dirán que Marchionne desmanteló la industria de Fiat en Italia y debilitó la esencia de la empresa en busca del resultado rápido. Las cifras de negocio respaldan, en cualquier caso, la valentía del directivo en la toma de decisiones y su habilidad para transformar en poco tiempo un grupo de raíces tan profundas en la sociedad italiana.

También está fuera de toda duda la implicación de Marchionne con Ferrari; pese a la 'pequeña' dimensión de la casa del 'cavallino' respecto a FCA, una parte importante de su gestión se ha realizado en Maranello, desde que el directivo del jersey sin corbata llegó a la presidencia de Ferrari.

El legado profesional de Marchionne en FCA y Ferrari ha quedado desde ayer en manos de sus sucesores. Mike Manley es el nuevo consejero delegado de FCA y ya está en ejercicio de sus nuevas responsabilidades. "Estoy seguro de que todos vosotros daréis el máximo apoyo a Mike, trabajando con él y con el equipo de dirección para alcanzar nuestros objetivos", ha escrito John Elkann, el presidente de FCA, en una carta que ha remitido a los trabajadores del grupo. Louis Camilleri, por su lado, ejercerá como consejero delegado de Ferrari, también bajo la presidencia de John Elkann, que devuelve a la familia Agnelli a la primerísima línea de Ferrari, a cuyo crecimiento contribuyó notablemente el abuelo de Elkann, 'L’Avvocato' Giovanni Agnelli.

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