La era híbrida del Mundial de Rallies se ha puesto en marcha

• Hyundai i20 N Rally1
• Toyota GR Yaris Rally1
• Ford Puma Rally1

Un paso técnicamente necesario ante la realidad de la automoción, que camina cada vez más rápida hacia la electrificación. Y la FIA ha reaccionado en este sentido.

Mohammed Ben Sulayem, el nuevo presidente de la FIA, expiloto de rallies, ha estado en este acto en Salzburgo, a menos de una semana de que el campeonato se ponga en marcha con el Rally de Montecarlo.

Tradicionalmente, estos últimos años, el día antes del inicio del Montecarlo era el día de presentación de los equipos. Pero esta vez se ha hecho en el famoso Hangar 7 de Salzburgo, 'la sala de actos' de Red Bull. La firma no sólo patrocina a los coches de Ford sino que a través de una empresa del grupo es promotora del campeonato.

Tres equipos, trece pìlotos oficiales con sus respetivos copilotos, aunque no todos los pilotos tendrán un programa completo. Los grandes campeones del mundo de los últimos 18 años –se 'coló' Ott Tänak en 2019–, Sébastien Ogier y Sébastien Loeb, ocho títulos para el primero, nueve para el segundo, sólo tendrán un programa parcial. Ninguno de los dos desea la presión de un programa completo; algo quizás comprensible en el caso de Loeb, que desde hace años sólo tiene apariciones puntuales, quizás menos entendible en el de Ogier, que renuncia de esta forma a igualar el récord de su compatriota.

De esta forma Ott Tänak será el único campeón del mundo que afrontará el campeonato, si bien no tendrá fácil renovar la corona obtenida en 2019, o al menos ésta es la impresión que da tras un 2021 desafortunado y que le llevó a renunciar al final del certamen.

"Hemos partido de una hoja en blanco a la hora de proyectar el coche. El equipo ha trabajado muy duro y todos estamos impacientes por disputar la primera especial. Todo es muy diferente, el equilibrio de los coches no es tan bueno como antes, pero disponemos de más potencia y tendremos más cosas que gestionar", ha explicado el estonio.

No debe faltarle razón. En los test se han producido salidas espectaculares que han obligado a los mecánicos a reconstruir el coche –bastante tocados– y muchos esperan que en las primeras carerras haya un 'festival de chapa y pintura'.

El campeonato se presenta muy incierto. Nadie sabe a ciencia cierta el grado de competitividad de los coches, que son absolutamente nuevos. Los motores 'térmicos' son prácticamente idénticos a los del pasado año, unos 380 caballos, pero puntualmente y por breves periodos de tiempo, los pilotos podrán contar con el aporte de 100 kilovatios extra –unos 134 caballos– del motor eléctrico, es decir superarán los 500 caballos. Son más pesados y su aerodinámica es mucho más limitada que los antiguos WRC del pasado año.

Los pilotos deberán modificar su estilo de pilotaje –frenadas más largas, necesidad de frenar para recuperar energía que es más brusca, cambios en la transmisión, quizás problemas de motricidad en las aceleraciones cuando aprovechan la energía eléctrica, incercias mayores, etc.–, pero también los ingenieros tendrán que tener en cuenta estos parámetros y sobre todo optimizar la entrega de la carga eléctrica en los momentos adecuados.

Sobre el papel, Elfyn Evans y Thierry Neuville deben ser los hombres a batir, pero ambos tendrán a Kalle Rovanperä y Ott Tänak, que querrán discutirles el liderazgo.

LOS EQUIPOS

TOYOTA – Sébastien Ogier, Elfyn Evans, Kalle Rovanperä, Esapekka Lappi y Takamoto Katsuta.

HYUNDAI – Ott Tänak, Thierry Neuville, Dani Sordo, Oliver Solberg.

M-SPORT FORD – Craig Breen, Adrien Formaux, Sébastien Loeb, Gus Greensmith.

Ogier y Lappi se alternarán en el tercer Toyota; Sordo y Solberg lo harán con el tercer Hyundai. Loeb, por otro lado, sólo tiene previsto correr puntualmente.