Ilott y Shwartzman sueñan con emular a Alonso: ganar en Spa y saltar a la F1

Un accidente del que Juan Manuel Correa sigue reponiéndose y en el que se vieron asimismo involucrados dos pilotos que sí están en las parrillas de F2 este año, Marino Sato –sin ningún parentesco con Takuma Sato– y Giuliano Alesi. Y además, algunos de los pilotos de Fórmula 1 más jóvenes fueron compañeros o amigos del francés, Lando Norris, Charles Leclerc o Pierre Gasly.

Todos ellos saben que el tipo de accidente del francés fue de aquellos que todavía no tiene solución y dificilmente tendrá. El alcance entre dos coches a plena velocidad a 90º no es algo que se evite con vallas, barreras 'fence' o escapatorias amplias y asfaltadas y, como escribió Antonio Lobato, Hubert no será el último, por desgracia.

Pero la vida sigue, las carreras también y este fin de semana, cuando la F2 vuelva a rodar a Spa, seguro que todos –pilotos, jefes de equipo o mecánicos– se acordarán unos instantes del infortunado francés, guardarán un minuto de silencio, pero se centrarán en la carrera desde el mismo momento en que los pilotos ajusten la visera de su caso y los motores se pongan en marcha. Esperan que las nuevas filas adicionales de neumáticos en el lugar donde Hubert fue a la barrera sean suficientes para impedir que los coches salgan rebotados hacia la pista y se eviten choques como el del año pasado.

Y en la parrilla es muy posible que algunos sean conscientes de que en este escaparate, hace ahora 20 años, Fernando Alonso dio el salto definitivo a la F1 al ganar la carrera de Fórmula 3000 en una temporada en la que las cosas no le habían ido tal como esperaba. Pero en Spa logró la Pole y controló la carrera en uno de los trazados que, por su velocidad y dificultad, mide el talento de los pilotos.

Hoy hace 20 años, un piloto asturiano de Fórmula 3000 conseguía la victoria en Spa-Francorchamps.

"Hay una estrella en ciernes y a un nivel que pocas veces hemos tenido en España"- Decía el locutor hablando de @alo_oficial. No se equivocaba pic.twitter.com/3BpyzCcGRW

— Museo y Circuito FA (@CircuitoMuseoFA) August 26, 2020

Callum Ilott y Robert Shwartzman sueñan con un destino igual al de Fernando. Ellos son los dos lideres del Campeonato, ambos son pilotos de Ferrari y los dos apuntan a un asiento en Alfa Romeo el próximo; todos dan por hecho que Sauber-Alfa tiene al menos un asiento libre –si no los dos– para 2021. Ilott es líder del Campeonato con 18 puntos sobre el ruso y Spa marca el comienzo de la segunda parte del Campeonato. Los errores ahora se pagan más caro y los aciertos pueden valer el doble.

Eso mismo piensa el japonés Yuki Tsunoda. Su objetivo no debe ser tanto ganar el Campeonato como lograr los puntos de la superlicencia. Honda lo quiere en F1 y AlphaTauri/Red Bull está dispuesta a complacer al motorista japonés. No es una coincidencia que de una parte Franz Tost admita que Tsunoda llegará antes o después a la F1 y que desde Red Bull muestren cierto desencante porque Daniil Kvyat no se ha recuperado de la forma que esperaban.

Y está Mick Schumacher, a quien Ferrari quiere ver en F1 pero que debe mostrar su potencial creciendo. Un Schumacher que es 'prisionero' de un apellido ilustre y quizás en Spa más que en ninguna otra parte porque fue aquí donde, con un debut inesperado e inolvidable, Michael  se abrió el camino para convertirse en el más grande de todos los tiempos, al menos eso dice todavía su palmarés.

Tal día como hoy hace 29 años, debutaba un joven Michael Schumacher en su primera carrera de #F1: el GP de Bélgica de 1991  pic.twitter.com/pIj9ZLGVnk

— SoyMotor.com (@SoyMotor) August 25, 2020

Para Christian Lundgaard y Guanyu Zhou, los pilotos de Renault, las cosas son un poco diferentes respecto a cuando comenzó la temporada. Entonces veían una oportunidad de ascender, pero el retorno de Alonso al equipo francés ha echado por tierra sus sueños.

Y ésta es una temporada un tanto loca. 12 carreras y nueve ganadores diferentes, con 14 pilotos distintos que han pisado podio y en la que los protagonistas han sumado muchos ceros. Imprevisible.

También una campaña en la que esa diversidad, por la que clama Lewis Hamilton y la FIA quisiera ver, se manifiesta. Quizás sea bueno fijarnos en la última cita de la F2 en Barcelona para darnos cuenta de que esa diversidad llega, paso a paso, quizás no tan grande como algunos imaginan o quisieran, quizás de forma más lenta de la que se desea.

Fijémonos en la carrera del sábado. Un podio con las banderas de Japón, Rusia y China y con otro japonés en cuarta posición; un brasileño en sexto puesto –aunque tras el paso de tantos brasileños en la F1 y los títulos que han conseguido, son ya casi 'de casa'–. Es más, en la categoría hay otros dos rusos, un indonesio y un indio. Prácticamente sólo falta un continente en la parrilla: África, pero todo llegará.