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Filtros antipartículas en los gasolina: lo exige Europa

Si se aprueba, será obligatorio a partir del próximo año

Los fabricantes se quejan de la incertidumbre normativa

José Miguel Vinuesa

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23 Dic 2016 - 18:16

El cerco a los coches Diesel ha sido intenso en los últimos años, y la lucha por reducir la contaminación con objetivos de emisiones severos, también. La idea que ahora baraja la Unión Europea es obligar a los coches con motor de gasolina a instalar filtros antipartículas. En caso de aprobarsa, la medída entraría en vigor en septiembre del año próximo.

Los motores Diesel ya cuentan con este sistema, que aún no se exigía en los gasolina por ser menos contaminantes. Pese a ello, marcas como Mercedes o Volkswagen ya lo incorporaban en sus modelos. Pero la lucha contra la contaminación por parte de la Unión Europea pretende ser más estricta.

Fabricantes: "La incertidumbre regulatoria deja muy poco tiempo para implantar los cambios"

Según la Comisión, las marcas “deberían estar listas ya para fabricar vehículos capaces de emitir menos partículas contaminantes e introducir los filtros necesarios en coches de gasolina que ya usan ampliamente los Diesel. En asuntos de salud pública, no hay tiempo que perder”. Sin embargo, este impulso normativo, prácticamente repentino, no ha gustado a los fabricantes, que por boca de la Asociación de Fabricantes Europeos manifiestan su perplejidad “el problema que afrontamos es de tipo práctico: la incertidumbre regulatoria deja muy poco tiempo para implantar los cambios necesarios en la fabricación de vehículos, motores, tubos de escape y cadenas de montaje".

Las pruebas para demostrar que cumplen con los límites de emisiones y que el filtro antipartículas está instalado y que funciona, no serían únicamente en parado, sino que se pedirían test en movimiento que demuestren el efectivo cumplimiento de la normativa, clara consecuencia del 'Diesel-gate'.

Esta decisión está todavía en fase de proyecto y aún quedaría, en caso de salir adelante, la ratificación tanto del Parlamento como del Consejo Europeo, que podrían rechazarla. Pero visto el fuerte interés de los organismos europeos por reducir la contaminación, la sorpresa sería que no se aprobara.

Mercedes