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Este Ferrari 250 GT Series I Cabriolet de 1958 puede ser tuyo

Se trata de la unidad que se presentó en los salones de Turín y Nueva York

Pertenecía al coleccionista John Clinard, quien se encargó de restaurarlo

Se subastará en Arizona junto a otros tres Ferrari clásicos más

Javier Montoro

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26 Dic 2017 - 13:31

Ferrari y Pininfarina se han unido en diversas ocasiones para crear automóviles increíblemente hermosos y, por tanto, apreciados por los grandes coleccionistas. Siendo los coches clásicos un refugio de inversión rentable y en auge, no son pocos los vehículos de Maranello que se han subastado a lo largo de los últimos años, si bien pocos han sido tan hermosos como este 250 GT Series I Cabriolet de 1958.

La unidad en cuestión es nada menos que la misma que exhibió la firma italiana en los salones del automóvil de Turín y de Nueva York en 1958 y 1959 respectivamente, además de ser el 35º ejemplar de producción que salió de la fábrica geminiani. Inicialmente, este reluciente descapotable perteneció al príncipe saudí Mohammed bin Faisal, que lo condujo en su juventud mientras estudiaba en California.

Sin embargo, cuando se "cansó" de él, fue recomprado por el famoso coleccionista John Clinard, a quien ha correspondido durante más de cuatro décadas. De hecho, él fue la persona que lo restauró con su decoración original: un color plata verdoso para la carrocería –Grigio Conchiglia– y una tonalidad rojo carmesí para el cuero de la tapicería, a juego con su manual pero ligerísima capota artesanal de lona.

Notable entre las únicas 41 unidades que se construyeron del descapotable de la Serie I, este 250 GT será uno de los más destacados Cavallinos Rampantes asignados a Gooding & Company, empresa que lo subastará en Scottsdale, Arizona, a lo largo del próximo mes con una estimación de preventa entre los 7 y 8,5 millones de euros. Una buena forma de empezar el año para cualquier casa de pujas.

Junto a esta belleza, también aparecerán un Ferrari 500 Mondial de color rojo –entre 5 y 6 millones– un Ferrari 250 Europa granate –entre 1 y 2 millones– y un Ferrari 250 GT Serie II Cabriolet negro –entre 1 y 2 millones de euros–, del que se fabricaron muchos más ejemplares. Cualquiera de ellos puede ser tuyo en 2018, eso sí, siempre y cuando tengas un bolsillo cuanto menos pudiente.