En busca del Ferrari 340 America perdido

Cuando Sanfilippo lo compró, el coche era irreconocible. Originalmente era uno de los 24 ejemplares del Ferrari 340 America de 1952, pero no sólo el motor V12 de Ferrari no estaba bajo el capó, sino que la carrocería de aluminio realizada por Vignale también había desaparecido.

El propulsor había sido sustituido por un V8 de origen Chevrolet y la carrocería había dejado paso a otra inspirada en el Bangert Manta Rey primero y luego a una de fibra de vidrio realizada por Devin Spider.

Tony Shaughnessy, un restaurador de automóviles californiano, lo compró por eBay en 2006 pagando poco más de 26.000 dólares. Su objetivo era restaurar y devolver a la vida un Devin Spider. Y cuando comenzó a trabajar descubrió un chasis multitubular diferente al esperado con una placa que llevaba el número de chasis 0202A y la marca de origen, Ferrari. Con ayuda de la especialista en Ferrari Hilary Rabb pudo encontrar el origen del coche.

El chasis corresponde a un coche concreto, un Ferrari 340 America que terminó quinto en las 24 Horas de Le Mans de 1952 con Laurent Vincent y André Simon al volante. Después Vincent todavía lo empleó en una carrera en Montlhery, antes de que fuera de Luigi Chinetti, el que sería famoso importador de Ferrari en América.

Chinetti lo vendió a un abogado, Bill Galvin y éste a finales de los 50 lo vendió a Paul Owens. Pero éste no quería un coche de carreras, sino usarlo para ir rápido por carretera, así que le cambio el motor por el Chevy. Cuando la carrocería resultó dañada la cambio por la de una de Bangert Manta Ray y otro incidente hizo que montara la carrocería de fibra de vidrio. Hay que tener en cuenta que en aquella época estas transformaciones no eran inhabituales y tampoco existía la cultura de los grandes coches clásicos como ahora. 

En 1963 el coche fue a parar a Salk Lake City y no se supo nada más de él hasta 2006; es posible que durmiera en el fondo de un garaje.

El experto en Ferrari Marcel Massini documentó el coche y Shaughnessy decidió invertir algunos cientos de miles de dólares en su restauración, que confío a Ferrari Classiche.

Ahora, el 340 América, que en Le Mans llevó el número 14, vuelve a tener un motor V12 de 4.1 litros, una caja de cambios de cuatro velocidades, una carrocería de aluminio, y su color azul original.

En enero tendrá un nuevo dueño. Una versión 340 America Competizione superó los seis millones de dólares hace un par de años, así que no parece descabellado pensar en cinco millones de dólares. En apenas 30 años, desde que Sanfilippo lo compró hasta hoy, el precio se habrá multiplicado por 25.000.

Es la historia o cuento del ‘sapo’ que se convierte en príncipe gracias a un beso… o como, una limpieza e intento de reparación acaba dejando al descubierto una joya perdida.