El DTM prepara su futuro eléctrico

"Hay que desarrollar, modernizar y transformar el deporte. Esa es la tarea que nos hemos propuesto para los próximos dos o tres años. Habremos alcanzado el objetivo cuando haya 50.000 espectadores en las pistas de nuevo", ha señalado el expiloto de Fórmula 1 Gerhard Berger y máximo responsable de la sociedad que gestiona el DTM.

Berger subrayó que tras dos años de pandemia, "incluso MotoGP tiene dificultades para volver a atraer los aficionados a los circuitos", al menos a los niveles prepandemia.

Éste es un desafío que la categoría debe ganar porque si bien en lo deportivo, el actual DTM es un éxito, en lo económico no puede decirse lo mismo. Y si este segundo aspecto falla, falla todo.

Precisamente estas dificultades financieras pueden retrasar la entrada del DTM eléctrico, cuyo prototipo maqueta se presentó el año pasado. Pero es casi imposible que pueda ponerse en marcha en 2023, como estaba inicialmente previsto.

Pero Berger quiere acelerar los tiempos, mejor lograrlo en dos años que en tres. Está convencido de que la Fórmula E es demasiado lenta y carece de la espectacularidad que si podría tener una serie eléctrica de GT en trazados permanentes. Una serie que sería más atrativa para aficionados y marcas.

La idea es presentar un prototipo operativo el próximo año, quizás para ponerlo en marcha en 2024 a modo de exhibición o en la última parte de la temporada. Un coche de al menos 1000 caballos de potencia y cuya conducción sea exigente para los pilotos

Pero antes, el DTM deberá recapitalizarse y sobre todo dejar atrás las huellas de la covid-19 y también superar la difícil situación promovida por la guerra de Ucrania.