Cristina Gutiérrez: "Me encanta ser mujer y medirme con hombres"

Son días de eventos, de agenda apretada y de entrenar cuerpo y mente para el desafío, pero también de hacer camino para las que, al contrario que ella, no lo han tenido. "Faltan chicas", reconoce.

Así, la burgalesa se suma a otras grandes del motor español para hacer escuela y conseguir que más mujeres se interesen por este emocionante mundo gracias al Campus Féminas Off Road, organizado por la Real Federación Española de Automovilismo.

Cristina Gutiérrez logró hace casi un año su sueño, terminar el Dakar y con ello se convirtió en la primera española en acabarlo en coches. Hoy le ha tocado ser profesora de diez afortunadas que se inician en el mundo de los todoterreno y tanto en la propia disciplina como en la vida misma, existen obstáculos.

Tras los apuntes teóricos, horas de práctica y una cena de esas que recargan las pilas, alumnas, profesoras y organizadores se reunieron en el acogedor comedor ubicado en Masía Pelarda, un centro en medio de la sierra turolense, para compartir anécdotas de sus carreras profesionales. La mayoría lograron sacar una carcajada a los allí presentes y las restantes, hablaban de momentos duros, pero de superación, ante todo, y acabaron por ilusionar todavía más a las chicas.

Entre ellas, claro, apareció el debate de cómo reciben los hombres a una mujer entre los participantes del Dakar. Las respuestas venían de dos voces más que autorizadas, la propia Cristina y Fina Román, ganadora en Sudamérica de la categoría de camiones 6x6.

"Ser mujer en este mundo yo lo llevo muy bien, no quiero hacer separaciones ni nada, quiero seguir luchando de tú a tú. Me aceptan muy bien, se que habrá comentarios, pero hago oídos sordos. Siendo mujer, cuesta hacerte valer, tienes que demostrar un poquito más, no te tienen tan en cuenta", comenta Gutierrez en declaraciones recopiladas por SoyMotor.com.

"Siendo mujer, llamas la atención, empiezas siendo un bicho raro, vas superándote, mejorando tu palmarés y te empiezan a respetar, pero un Dakar no es suficiente, siempre piensan 'habrá llegado por algo'. Al final te duele, yo me siento un piloto mas. Me encanta ser mujer y medirme con hombres", comparte la burgalesa.

IGUALDAD BAJO EL CASCO

"En carrera no existe género, no te van a ayudar por ser mujer si estás en carrera. En el Dakar no entienden qué hace una tía en un camión. Cuando no competía con mi marido, pensaban que mi piloto era mi esposo. Me preguntaban qué hacía allí y yo les decía que copilotar", recuerda Román. 

"Yo me sentí bastante despreciada según el momento y los círculos de gente. Si he podido continuar, fue porque pase desapercibida, nunca me encaré con nadie y tragué cosas. Yo no soy feminista, no me gustan extremos. Una carrera sólo de mujeres no me gusta, no me gusta estar sólo con mujeres. Estar con un hombre enriquece, aprendes mucho con ellos en el Dakar. Yo he aprendido mucho, me han cuidado, respetado, valorado", añade.

"También hay envidias de hombres en el Dakar, de mujeres ni una. El hombre te valora y te lo dice. A las mujeres nos cuesta más que a los hombres decir lo que pensamos. Te ayudan si te caes, si estás seria, si estás triste, he hecho grandes amigos en el Dakar", revela.