El 'castigo' de Tesla a un cliente que te enseñará a cuidar tu batería

¿Su delito? Abusar de la carga rápida, algo dañino para la batería a largo plazo, así que el fabricante ha querido darle una lección. Los Supercharger de Tesla hacen que el proceso de carga de sus modelos eléctricos sea más veloz, con la idea de servir a los usuarios durante viajes largos, pero no están concebidos para usarse diariamente.

Igual que pasa con los teléfonos móviles o con cualquier dispositivo que tenga batería, no es bueno cargarlos de manera parcial e intermitente. Por lo visto, un conductor recargaba sus baterías casi sólo con la carga rápida en corriente continua.

En concreto, usó un punto de recarga de CHAdeMO en 245 ocasiones y "entre 50 y 60 veces" una estación de supercargadores de Tesla, hasta que un día se dio cuenta de que la red de supercargadores había reducido su potencia de carga de 120 a 90 kilovatios, algo que le hacía perder sólo cinco minutos con respecto al tiempo que tardaba antes, pero que le hizo acudir a un centro de servicio, para descubrir qué pasaba.

Allí le notificaron que la velocidad de carga había quedado "permanentemente restringida" por el alto uso de la carga rápida, como confirmó el fabricante al sitio web Electrek. Este usuario se encargó luego de avisar a los demás conductores de la marca, en un foro, de lo que le había ocurrido. 

ESTA MALA PRÁCTICA TIENE SUS CONSECUENCIAS

Obviamente existe una razón para el proceder de Tesla y es que aunque sólo el 1% de sus clientes realiza este tipo de prácticas, con este 'castigo' no quieren que los propietarios usen los supercargadores con menos frecuencia, sino "mejorar su experiencia".

"Nuestra tecnología de control de carga rápida está diseñada para mantener la batería segura y preservar la capacidad máxima de las celdas en todas las condiciones", se puede leer en un comunicado del fabricante. 

Si se abusa de la carga rápida, la química de las celdas puede verse alterada por las altas temperaturas y la batería puede terminar deteriorada.