Calendario Pirelli 2020: belleza y fragilidad más allá del tiempo

Un doble veinte, algo extraño y un punto místico, que la marca de neumáticos quizás ha querido resaltar al contar con Roversi como el hombre detrás de la cámara para esta ocasión. Afincado en París, su interés por la fotografía comenzó en unas vacaciones en España en 1964. Ese mismo año, se lanzaba el primer Calendario Pirelli al mundo. Desde entonces, los retratos femeninos acompañando a los días han sido la costumbre, salvo en el periodo de 1974 a 1984, pero desde 1985 es un referente cultural obligado que no sale a la venta, sino que la marca regala a colaboradores o clientes selectos.

Y pese a ello, el mito del Calendario Pirelli permanece inalterado. No hay modelo que no desee ocupar alguno de sus meses, y la lista de las que han aparecido es tan extensa como célebre, porque en ellos no se ofrece una imagen vulgar de la feminidad, sino que se exalta todo lo admirable que en ellas reside. Así, las curvas que definen a las formas femeninas acaban fundiéndose en el imaginario con las curvas de una carretera que un neumático Pirelli debe afrontar con firmeza pero sin perder jamás la compostura.

Por ello, quizás Roversi sea el más indicado para extraer el alma de esa simbiosis en el próximo calendario. Sus retratos son directos y a la vez frágiles, o como él mismo define: "Para mí, la fotografía no es una simple reproducción de la realidad, sino una revelación, porque cuando tomo una fotografía siento que estoy tocando otra vida y otro mundo." Quizás sólo él logre convertir las curvas en ese lugar paralelo, en ese doble juego que también ofrecerá el número del año.

Y es que Roversi hace uso de una técnica muy particular: "Mi fotografía es más sustraer que añadir. Siempre trato de quitarme las cosas. Todos tenemos una especie de máscara de expresión. Dices adiós, sonríes, tienes miedo. Intento quitar todas estas máscaras y, poco a poco, restar hasta que te quede algo puro. Una especie de abandono, una especie de ausencia. Parece una ausencia, pero de hecho, cuando hay este vacío, creo que la belleza interior sale. Esta es mi técnica."

Sus retratos femeninos, que ya son una referencia atemporal en estas fechas de lo efímero y banal, se caracterizan precisamente por la fragilidad de un momento irrepetible que no volverá a producirse jamás. En ello, las fotografías oscuras y de colores deslavados que se han convertido en su seña de identidad, ayudan, así como la cámara Polaroid 8x10 con la que suele realizar su obra.

Pirelli, por lo tanto, ha elegido a un maestro consumado del retrato femenino para su próximo calendario, del cual todavía no tenemos ni una sola imagen. Pero observando el trabajo de quien será su autor, puede que el próximo ejemplar sea uno de los más hermosos jamás creados.