El CAFE más amargo se sirve en 2025: la astronómica multa que deberán pagar las marcas por las emisiones de sus coches

No nos referimos a que Ford haya visto viabilidad de hacer piezas con los residuos de café de McDonald's, o que BMW haya celebrado su centenario con una colección de pinturas de un artista rumano elaboradas con café. Tampoco a las máquinas de café que hay en todas las fábricas y oficinas de la industria. Lo indigesto no es el café, sino las normas CAFE con las que la Unión Europea gravará los resultados de las marcas automovilistas.

DE DÓNDE SALEN LOS 15.000 MILLONES DE MULTA

Las normas sobre emisiones en la UE pueden costar 15.000 millones de euros a los fabricantes de automóviles, según estimación de la patronal. La norma intenta limitar las emisiones de emisiones de CO2 por razones medioambientales, favoreciendo la transición a la electrificación, especialmente a los coches puramente eléctricos, que va mucho más lenta de lo previsto.

La norma señala un límite medio de emisiones de 93,6 gramos de CO2 por kilómetro para la flota de automóviles vendidos por un fabricante en el marco de la UE. Se hace un promedio de emisiones con todas las ventas y por cada gramo de exceso sobre los 93,6 deberán pagarse 95 euros multiplicados por el número de vehículos vendidos.

En otras palabras, si vendes muchos eléctricos e híbridos, compensas lo que deberías que pagar por los térmicos puros si sólo vendieses esta tecnología. Pero, a pesar de estas compensaciones, el sector está ante un problema considerable.

Para que nos demos cuenta mejor del problema. Si la multa fuera individual, unidad a unidad, un automóvil cuya emisión homologada de CO2 sea de 120 gramos deberá pagar 95 euros por 26,4, número que resulta de restarle a esos 120 el límite de 93,6. Es decir, 2.508 euros. Por la misma cuenta sale que uno de 100 gramos pagaría 608 euros.

En realidad no se hace el cálculo vehículo a vehículo: se hace la media de todos los vehículos vendidos. Así una marca que venda en Europa 1.000.000 de automóviles y sus emisiones medias sean 100 gramos pagaría 608 millones de multa.

En la actualidad, la media de emisiones de las marcas en Europa está en 110,1 gramos por kilómetro, lo que implica 1.567 euros de multa por unidad vendida de media, de ahí los 15.000 millones que se estiman en total.

LOS FABRICANTES HAN INTENTADO RETRASAR LAS MULTAS... SIN ÉXITO

Las maniobras de última hora para retrasar la imposición de multas no han llegado a buen puerto. Todo un problema para muchas marcas porque necesitarían vender muchos más eléctricos. El mercado, sin embargo, no ayuda y muchas marcas están dando marcha atrás en sus proyectos eléctricos, retrasándolos, y prolongando la vida de sus motores térmicos

Las previsiones de ventas de eléctricos no se están cumpliendo, simplemente el gran público tiene reticencias al cambio. Las razones, el precio y la escasez de puntos de recarga, incluso en las grandes ciudades hay dificultades para instalar un punto de recarga en el garaje comunitario. Pero también se debe a la 'invasión' de marcas chinas que están copando el mercado con sus productos. Unas marcas chinas a las que los aranceles a sus productos totalmente eléctricos no les quitan el sueño: simplemente, producen lo suficientemente barato para asumirlos sin subir en exceso sus precios y pueden burlarlos incrementando su oferta de híbridos, cosa que están haciendo.

¿QUÉ POSIBLES SOLUCIONES TIENEN LAS MARCAS?

¿Soluciones? Puedes aumentar los precios o puedes disminuir el volumen de fabricación. Absorber la multa no es una opción en un momento en el que los grandes grupos –Stellantis, Volkswagen, incluso Mercedes-Benz– están teniendo problemas de ventas, hablan de disminuir producción, despidos, cierre de fábricas… Y no sólo esto, sino que sus vehículos eléctricos fabricados en China deberían pagar aranceles.

Luca de Meo, patrón del Grupo Renault, estima que se podrían dejar de fabricar dos millones de automóviles… pero ello no significa que el mercado disminuya porque las marcas chinas están dispuestas a aprovechar la ocasión. Para ANFAC, sobrarían el equivalente a ocho fábricas europeas.

Otra solución es aumentar el precio de los automóviles entre 1.500 y 2.500 euros. Puede que para Mercedes-Benz, BMW o Audi no sea un problema grave, pero una subida de precios en las marcas generalistas seguro que les hace perder ventas.

Lo que no parece posible para ellos es que la cuota de mercado de los automóviles eléctricos pase del 12% actual en el cómputo europeo a un 24%, es decir duplicar el peso de los eléctricos en el mercado.

No para todas las marcas va a ser malo. Algunas, como Tesla, aprovechan para asociarse con un generalista para el cálculo del computo total. Por supuesto, no será una asociación benéfica, pero puede producirle buenos ingresos. BYD y Volvo estarían en la misma situación. Podrían ceder parte de sus 'gramos excedentes' a otro fabricante, de forma que éste pudiera ahorrarse buena parte de la multa e incluso evitarla… aunque para ello deberá pagar a la marca asocianda. Suzuki, por ejemplo, espera no pagar tras su asociación con Volvo.

Y todo ello llega, además, cuando se necesitan grandes inversiones para la conversión eléctrica a la par que se deben pagar los créditos recibidos para proyectos eléctricos ahora congelados.