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El jefe de Bugatti no descarta fabricar un SUV

Rafael Alonso
04/10/2018 19:18

El Bugatti Divo es, hoy por hoy, la principal apuesta de la casa francesa, fundamentada en su propulsor W16 de 8.0 litros y 1.500 caballos de potencia, pero el argumento de un motor grande y potente no servirá para siempre, y los sus directivos lo saben, por lo que no descartan experimentar con otros formatos de vehículo más acordes a la tendencia del mercado. Tal vez un deportivo de cuatro puertas o incluso un modelo con aspiraciones al trono de los SUV de lujo.

Hace ya 16 años que Porsche lanzó al mercado su Cayenne y, desde entonces, la fiebre de los ‘deportivos’ sobreelevados no ha hecho sino crecer entre el público y los fabricantes de vehículos de lujo. Tanto es así que incluso marcas como Bentley, Jaguar, Rolls-Royce o Lamborghini han presentado sus respectivas propuestas y, tras la confirmación del Ferrari Purosangue, pocas son las marcas de superdeportivos todavía no cuentan en sus filas con un SUV o, al menos, un proyecto de ello.

Es el caso de Aston Martin y Lotus, que ya han confirmado que trabajan en sendos modelos que serán el paradigma de la deportividad desde las alturas, pero ahora es Bugatti quien reabre la caja de los truenos con unas declaraciones intrigantes al tiempo que inquietantes.

Así, en declaraciones a Automotive News durante el Salón de París, el presidente de Bugatti, Stephan Winkelmann, dijo que “La marca está preparada para más. El motor W16 es el epicentro de nuestra marca hoy, pero pero no será el corazón por siempre. Necesitamos encontrar un argumento convincente de cara a nuestros accionistas que justifique esta inversión”.

Es evidente que estas declaraciones no apuntan de manera taxativa hacia el segmento SUV, no obstante, dados los últimos desarrollos de las marcas del grupo Volkswagen –al que pertenece Bugatti–, no es difícil imaginar que el posible desarrollo de un modelo de estas características sobre la plataforma del Lamborghini Urus o el Audi Q8, con un sistema de propulsión que apunte más hacia el futuro de la automoción que a los grandes motores de combustión.

Bien es cierto que un paso en esta dirección tal vez supondría una renuncia al pasado en competición de la casa gala y el legado de Ettore Bugatti, pero también es cierto que cualquier marca de lujo que pretenda mantener su posición de privilegio debe dar respuesta a las demandas del mercado.