Así son las 10 nuevas ADAS obligatorias para tu coche a partir de julio. La última no te gustará nada

La normativa no es nueva, ya que el grueso de la misma entró en vigor en 2022, pero sólo obligaba a su implantación a los modelos de nuevo lanzamiento. Ahora estos mismos elementos se exigen para cualquier automóvil nuevo, sea cuál sea el año en el que se diseñó y lanzó al mercado.

El objetivo de la Comunidad Europea es conseguir una reducción a la mitad el número de fallecidos en 2030 y llegar a ‘cero fallecidos’ en 2050, y por ello los sistemas que entrarán en vigor son elementos de seguridad activa –prevenir un accidente– y no pasiva –protección en caso de accidente–. En algunos casos estas nuevas ‘ADAS’ pueden actuar de forma autónoma, mientras en otros casos se trata de avisos para el conductor, es decir, los hay que son asistentes de conducción y los hay que son alertas

1. EDR. ‘Event Data Recorder’ o grabadora de datos. No es un sistema de seguridad, sino es una caja negra al estilo de los aviones. Recopila y recuerda datos sobre el vehículo y sus ocupantes –por ejemplo si estaba utilizando el cinturón de seguridad– pero sobre todo datos dinámicos del vehículo: velocidad, régimen del motor, posición acelerador, posición volante, activación frenos, etc. Ofrece datos para la investigación y reconstrucción de accidentes, demandas judiciales debidas a los mismos. En teoría sólo conserva los datos de los 30 segundos anteriores al siniestro y los cinco segundos posteriores.
2. El Alcolock es quizás el elemento preventivo más llamativo, aunque por ahora sólo hay obligación de tenerlo preinstalado y cuyo funcionamiento no es obligatorio. Se quiere que el conductor ‘sople’ antes de arrancar; si da positivo, el coche simplemente no arranca. La intención es buena, pero a priori es fácilmente esquivable (que sople el acompañante) y no basta que detecte alcohol sino que debería detectar asimismo otras sustancias incompatibles con la conducción.
3. Frenado automático de emergencia –AEB– El sistema ‘Automatic Emergency Brake’ va más allá del asistente a la frenada. Este último sistema mantiene la presión de frenado cuando frenamos muy fuerte a causa de una situación imprevista; los conductores tienden a relajar el esfuerzo sobre el pedal y por tanto la eficacia del frenado. Pero el AEB es capaz de reducir la velocidad de forma automática si detecta posibilidad de colisión; incluso es capaz de detener por completo el automóvil si circula a menos de 30 por hora. Por encima de esta velocidad sólo minimiza los efectos de la colisión.
4. Detector activo de cambio de carril (LWD) El ‘Line Warning Departure’ ya se ofrece en bastantes vehículos modelos. Hay sistemas que avisan de un cambio involuntario de carril –ya sea por señal acústica o por alguna vibración, incluso con señal luminosa– pero en este caso controla la dirección para evitar las salidas involuntarias de carril, lo que se produce generalmente por somnolencia o distracción, también en casos de deslumbramiento.
5. Asistente de velocidad inteligente. Este se basa en dos sistemas, el lector de señales de tráfico y el control de velocidad adaptativo que ya ofrecen muchos automóviles. De esta forma el coche no sólo es capaz de adaptar la velocidad a la del vehículo que precede mediante la información del radar y el uso del freno motor o los frenos del coche, sino que aprovecha el lector de señales de tráfico para limitar y adaptar la velocidad del coche a la permitida en la vía o en una zona concreta, independientemente de que la velocidad programada en el control de velocidad sea mayor. Y es capaz de recuperar la velocidad programada cuando el límite desaparece, siempre que las condiciones de tráfico lo permitan.
6. Detector de fatiga o somnolencia. Advierte al conductor que está perdiendo concentración o disminuyendo la atención en la conducción. Tiene en cuenta algunos detalles físicos del conductor como parpadeo, movimientos de la cabeza o la mirada, pero también detalles de conducción errática, como movimientos anómalos del volante o falta de presión de las manos sobre el mismo.
7. Aviso de uso del cinturón de seguridad en todas las plazas ocupadas; este sistema lo ofrecen ya, desde hace tiempo, la mayor parte de automóviles. La mayor parte de automóviles ya lo ofrecen desde hace tiempo.
8. Alerta de tráfico cruzado posterior (RCTA). El ‘Rear Cross Traffic Alert’ funciona conjuntamente con la cámara de visión trasera y se activa cuando ponemos marcha atrás. El conductor ve así lo que tiene tras el vehículo, pero el sistema avisa de la presencia de la llegada transversal de vehículos por uno u otro lado, que normalmente lo hacen por ángulos ciegos para el conductor y/o la cámara.
9. Control de presión de los neumáticos. Nos alerta de un posible pinchazo o de una presión anormalmente baja o alta, que pueden causar pinchazos. Tiene como objeto conservar la presión recomendada por los fabricantes.
10. Señal de Frenada de Emergencia (ESS). Va más allá de la tercera luz de frenado que montan ya desde hace tiempo los automóviles. En caso de una frenada de emergencia o que se active el ABS, las luces de frenado parpadean para que el aviso sea percibido como una frenada brusca por el vehículo que sigue.

Bonus: el aviso más engorroso: naciendo uso de las lecturas de las cámaras y de la información del GPS, el coche nos avisará con un aviso sonoro en cascada –normalmente tres veces– de que hemos superado la velocidad máxima permitida en la vía, todo un engorro en zonas urbanas con límites de 30 o 50 habitualmente sobrepasados y que provocan una secuencia de pitidos cada pocos segundos… en pro de la seguridad.

La llegada de esta ADAS afecta a todos los coches a la venta, aunque un mínimo porcentaje se librará durante unos meses, otros se han dejado de fabricar al no poder incorporarlos en su diseño original: Fiat y Abarth 500, Porsche 718 y Macan de combustión o los Audi TT y R8 son algunos de los modelos que dicen adiós por este motivo.