Alonso, centrado en las 6 horas de Fuji

Es una prueba clave para Toyota, la más importante del campeonato tras las 24 Horas de Le Mans, no en vano Fuji es su circuito. De hecho, Alonso piensa en ellas desde el mismo momento en el que acabó la carrera de Suzuka. Se puso en modo 'off F1' y se fijó ya en esta carrera, vital para conseguir su corona del Mundial de Resistencia, su próximo e inmediato objetivo tras conquistar las 24 horas de Le Mans. Tendrá que esperar posiblemente al próximo junio, a la próxima edición de Le Mans, para decir que lo ha conseguido, pero entre tanto debe continuar poniendo los cimientos en ello.

"Estoy impaciente por llegar a estar carrera, mi primera carrera con Toyota en Fuji. Es la carrera de casa para el equipo porque que es muy importante para ellos. Conozco la pista. Tengo buenos recuerdos de ella porque allí gané el GP de Japón de 2008, así que ya sé lo que es subir a lo más alto del podio allí y espero poder volver a hacerlo. Será muy importante de cara a los dos campeonatos del mundo", ha dicho Fernando.

Desde 2012, año en el que los míticos 1.000 kilómetros de Fuji dejaron paso a las 6 Horas, Toyota sólo ha dejado de ganar una vez, en 2016 cuando se impuso Porsche. Y este año no quieren fallar. Un derrota sería dolorosa porque no sería ante un gran marca, sino ante un equipo privado. Y además supondría probablemente abandonar el liderazgo del WEC.

Hisakate Murata, presidente de Toyota Gazzo, el brazo deportivo de la marca, reconoce la gran importancia de esta carrera para Toyota. "Hemos estado muy ocupados estas últimas semanas preparando la carrera de Fuji, en la que queremos ofrecer un resulta sólido y contundente a nuestros seguidores. Es algo muy especial porque es la primera vez que vamos a estar en Japón tras ganar las 24 Horas de Le Más. Tras Le Mans, ésta es la carrera más importante para nosotros y obviamente queremos celebrarla con un doblete. Así que será un fin de semana muy especial y de mucha presión para nosotros", ha comentado.

Una presión incrementada por la reciente exclusión de los coches oficiales en las 6 horas de Silverstone debido a un problema con el fondo plano, que el equipo atribuyó a los agresivos pianos del trazado británico y sus baches, un problema del que se quejó ya la F1 y sobre todo los pilotos de MotoGP, que se quejaron y negaron a correr en una pista encharcada.

Pero también porque Toyota ha aceptado la penalización técnica que les han impuesto –24 kilos de peso– y las ventajas técnicas acordadas a los LMP1 privados con el objetivo de intentar acercar las prestaciones de estos a los prototipos japoneses en aras del espectáculo. En estas circunstancias, quizás los Rebellion estén ya bastante cerca en prestaciones de los Toyota, en posición de aprovechar el mínimo detalle que se escape a Toyota.