2.000 kilómetros con el SsangYong KGM Torres: Si buscas un SUV con mucho espacio, buen precio y diseño diferente, este es tu coche

Ahora que muchos dicen que los coches parecen todos iguales, es un alivio ver coches como el nuevo SsangYong Torres. Nacido bajo la marca más antigua de Corea del Sur, especializada en SUVs y 4x4, y que a partir de ahora se llamará KGM, el SsangYong Torres tiene un diseño que impacta. Diríamos que parece un Jeep por esa parrilla frontal de siete barras, pero es lo suficientemente diferente como para no tener problemas legales por asuntos de imagen –la parrilla de los Jeep está registrada–, ya que el resto del coche tiene, sobre todo, personalidad, ¡a veces incluso demasiada!

¿Por qué ha lanzado SsangYong un nuevo modelo en su gama? Pues porque el Torres utiliza el mismo chasis y mecánica del SsangYong Korando, un buen SUV al que la pandemia no le ha permitido brillar como es debido… y que tampoco se ha vendido mucho porque es un coche quizás muy parecido a todos los de su clase, un Ssangyong no tan SsangYong, así que la marca ha vuelto a sus orígenes con un coche diferente que complementa la gama del Korando, que sigue a la venta.

Nos encontramos así con un coche de nada menos que 4,70 metros de largo, formas muy cuadradas, bastante alto y con mucho espacio interior. Bajo el capó, un único motor 1.5 turbo de 163 caballos que se ofrece con tracción delantera o 4x4, el cambio puede ser manual o automático de seis marchas, el de tracción total solo con el último tipo de cambio. Todo ello se combina con tres equipamientos –Trend, Life y Adventure– de los que el básico ya es muy completo: con climatizador o cámara de marcha atrás, ampliándose en el resto de los acabados con equipos que no son imprescindibles pero que gustan, como los asientos de cuero calefactables y ventilados, el portón trasero automático. El precio va de los 29.000 a los 42.000 euros, según la página web de la marca según el motor y el acabado, y podemos pedirlo ya transformado a GLP si queremos menos coste de uso y obtener la etiqueta ECO de la DGT para evitar las zonas con restricciones de tráfico por emisiones.

RECORREMOS MEDIA ESPAÑA

Recogemos nuestro Torres en Madrid y, caprichos del destino, esa semana tenemos cita en el Gran Premio de España en Barcelona, así que el Torres es el elegido para el viaje, en gran parte porque su aspecto no llama tanto la atención como otros coches que teníamos en el parking y queremos que nuestro coche 'no cante mucho’, sino que nos lleve la mar de cómodos. Y eso el SsangYong KGM Torres lo hace muy bien. Conducimos la versión tope de gama –Adventure 4x4 automático– y nos gusta mucho el interior o acabado de salpicadero y asientos en un color verde que le da una gran personalidad. Evidentemente es grande, los asientos son grandes y cómodos y hay mucho, pero mucho espacio, así que el confort es de primera.

El motor es agradable, pero sus prestaciones no entusiasman –más de 10 segundos para alcanzar los 100 por hora y 190 por hora de velocidad máxima–. El consumo es alto: el coche no presume de buena aerodinámica y tampoco es ligero, con casi 1.7 toneladas en orden de marcha, así que el promedio homologado es de 9,1 litros cada 100 kilómetros, y en el día a día es difícil bajar de los 11.

Ya en la sede de SoyMotor en Valencia, cargamos el coche con todos los bártulos para poder hacer los directos de Twitch con los que vamos a amenizar el fin de semana a la audiencia de nuestro canal. Ocupamos todo el maletero de 486 litros en versión 4x4, que no son muchos –sí lo son en cambio los 599 litros ampliables a 1.660 del modelo de tracción delantera–, pero aumenta a lo alto con solo retirar la cortinilla que lo cubre. El maletero se carga con gran facilidad, y sorprende que, a pesar de tener una forma de rueda de repuesto en el portón trasero, este se abre hacia arriba, y es muy cómodo. Cuando es necesario, los asientos traseros se mueven o se pliegan con facilidad.

NOTABLE EN CONFORT, SUSPENSO EN TECNOLOGÍA

En marcha hacia Barcelona, volvemos a destacar el confort aunque con algo más de ruido por el hormigón con el que está 'fabricada' gran parte de la antigua AP-7, lo que unido a las llantas de 20 pulgadas calzadas con ruedas más anchas, no ayuda a bajar el ruido. Repostamos, tanto combustible como todo tipo de chucherías, para poder llegar a Barcelona, hacer nuestro trabajo el fin de semana y volver a Valencia para entregar el coche: ¿Novedades? Un coche cumplidor como pocos, aunque sediento eso sí, con consumos en el entorno de los 11-12 litros a las velocidades de las autovías.

El espacio en la parte trasera es apto para familias de tres hijos, ya que hay muchos centímetros y mucho desahogo visual, ya que los asientos van más altos que los de delante y hay mucha luminosidad interior. El equipamiento en esta versión tope de gama tiene poco que envidiar a coches de más carisma: asientos calefactables delante y detrás, ventilados delante, volante calefactable, ayudas a la conducción y, por fuera, llantas de 20 pulgadas y algunos toques de color.

¿Hay críticas? ¡Claro! El equipo multimedia no está a la altura y no permite sintonizar bien la lista de emisoras, el 'bluetooth' no se escucha bien ni a su volumen máximo, y ojo con esto porque es un problema grave en el día a día, y el Apple CarPlay solo va por cable… imperdonable a estas alturas. Sus rivales tienen más tecnología y más refinamiento: Renault Austral, Ford Kuga o Kia Sportage parecen y son más modernos, pero no tienen el equipamiento del Torres ni tampoco su espacio interior ni su imponente imagen.

PRECIO COMPETITIVO

El precio es de 29.000 euros en la versión base y de unos 39.000 en la versión tope de gama que hemos ensayado. Si vamos a hacer muchos kilómetros, quizá consuma mucho, pero si nos mantenemos por debajo de los 15.000 kilómetros al año, no circulamos mucho por ciudad –donde la única pega sería su tamaño– y queremos un coche grande, amplio, cómodo, con buena garantía y que ‘cumpla’, el Torres es de los más baratos, y eso no se ve ni en su imagen ni en su equipamiento, solo en el precio. Además su diseño tiene carácter, algo que ya lo pueden decir muy pocos coches.