Dos nuevas patentes de Ford quedan al descubierto

Aunque por sí mismas las patentes industriales no dictaminan ni descubren ningún modelo específico o características del mismo, sí que pueden ayudar a discernir los caminos y las ideas que la marca se plantea en torno a su futuro. Ford es bastante dada a este tipo de patentes y no es la primera vez que nos hacemos eco de alguna de ellas.

En primer lugar tenemos un sistema de recarga inalámbrica, ya sea por inducción o resonancia. Ello no es nada novedoso, BMW ya se adelantó al presentar una estación de carga sin cables para sus modelos híbridos hace más de medio lustro. Otros ejemplos pasan por empresas como Tesvolt, que trabajan en ofrecer una red de cargadores de 44 kilowatios de potencia a corto plazo.

Tenemos también investigaciones a mayor nivel como la de Jaguar en la ciudad de Oslo, donde se embarcó en un proyecto junto a otros colaboradores para crear una calzada adaptada para la recarga inalámbrica de una flota de taxis Jaguar I-Pace, que sería capaz de funcionar con el vehículo incluso en movimiento. El grupo Stellantis ya hace lo propio con la denominada ‘Arena del Futuro’, una pista de pruebas completamente preparada para recarga inductiva en la que su equipo ha logrado circular a velocidades de autopista con un Fiat 500 sin hacer uso de la energía almacenada en su batería.

La patente de Ford para mejorar esta clase de recargas a la que pertenece la imagen superior pasa por implementar un detector de objetos que puedan interferir en el correcto funcionamiento del sistema, particularmente de objetos que contengan algún tipo de material metálico, mediante el uso de cámaras. El sistema avisaría a continuación al conductor sobre la incidencia.

Ford comenta que un sistema así ''podría mitigar o eliminar el descenso de la potencia de la carga''. ¿Y por qué no se han generalizado estos sistemas que eliminan el engorro de los cables? Lo principal son sus todavía elevados costes de implementación, así como el hecho de que no son capaces de contar todavía con la eficiencia y potencia de las estaciones físicas.

La segunda patente revelada hace referencia a un potencial sistema de apertura de puertas de tipo 'ala de gaviota' para SUV de gran tamaño. Es cierto que ya hay algún modelo en el mercado con una configuración parecida, hablamos concretamente del Tesla Model X.

Sin embargo, la idea de Ford tiene algún que otro cariz bastante diferenciador. Para empezar, esta puerta se localizaría tan solo en el lado opuesto al del conductor, de manera completamente asimétrica.

Esta enorme puerta va articulada sobre cuatro brazos pivotantes y se lleva consigo prácticamente la totalidad del techo al abrirse. En las imágenes también se aprecia que el vehículo incorporaría un escalón automático para facilitar todavía más el ingreso, así como un interior fuera de lo convencional, un espacio diáfano con mesas y asientos en sentido perpendicular a la marcha.

¿Veremos algo así en algún modelo de Ford? No está en absoluto asegurada su producción en serie por mucho que se haya registrado la idea, de momento es únicamente eso. Es más plausible que de llegar a fabricarse, tan solo se haga en algún prototipo de salón y que la complejidad que el equipo encuentre en su fabricación dé por desecharse en cualquier modelo final derivado.

Por terminar con un ejemplo y algo de historia, tenemos al prototipo Evos que los americanos mostraron allá por 2011. Era un prototipo híbrido enchufable que nos acercaba principalmente las formas del próximo Mondeo y que contaba con un esquema de puertas al estilo de las de ala de gaviota, en cada uno de los flancos, y en el que las delanteras estaban inclinadas ligeramente hacia adelante, al contrario que las traseras. Por supuesto, nada de ello se vería en ningún modelo final.