Cómo reparar las llantas del coche por poco dinero

Grandes, pequeñas, con más diámetro, con menos, de colores, bañadas en oro; el mundo de las llantas es realmente amplio a día de hoy y uno de los componentes que más estética aportan a un vehículo. Sin embargo también es uno de los componentes, junto con los parachoques, que más expuestos a dañarse por culpa de bordillos, baches o aceras. Recuperar el lustre original puede salir caro si se envían a un especialista, alrededor de 80 euros cada una, y es por ello que en esta pequeña guía de cómo reparar las llantas del coche por poco dinero se presentan una serie de consejos para que cada usuario pueda hacerlo en casa y conseguir, de nuevo, el aspecto original.

TIPOS

• Tapacubos: No son propiamente llantas como tal, sino embellecedores de plástico que van por encima de las de chapa, y la solución estética más utilizada en coches de antes de los años 2000. Su adquisición es tan barata que arregno suele ser interesante, aunque sí posible.
• Acero: Conocidas comúnmente como de chapa, son robustas y económicas. Su reparación es relativamente sencilla si éstas se doblan, de ahí que sean apreciadas para hacer todoterreno, ya que con un poco de maña se pueden arreglar. En contra tienen el problema de su oxidación.
• Aleación: Son las más habituales a día de hoy. Están fabricadas a partir de una combinación de materiales que no se corroe. Las más populares son:
  - Aluminio: Mas ligeras que las de acero, aportan otra estética y mejoran el comportamiento del coche. Su reparación suele ser más compleja, especialmente si están muy dañadas. Son sensibles a golpes y rasguños; y la mezcla de agua y sal hacen que su aspecto empeore.
  -Magnesio: Más livianas aún que las anteriores, se utilizan, generalmente, en vehículos de competición o de alta gama.
• Cromadas: Muy extendidas en Estados Unidos por su estética brillante; su arreglo, mediante arenado o repintado; suele ser caro y costoso, aparte de una misión compleja para el usuario de a pie.
• Fibra de carbono: Utilizada por automóviles de carreras y superdeportivos exclusivos, son muy caras de adquirir y su reparación precisa de profesionales.

FASES DE REPARACIÓN

1. Inspección de daños:
   Es el primer paso  antes de realizar ningún trabajo. Un análisis a fondo servirá para detectar daños visibles, tales como abolladuras, grietas, rasguños o corrosión; y al mismo tiempo si compensa o no arreglarlas por uno mismo o mandarlas a un especialista. Si los desperfectos se encuentran en zonas críticas lo más recomendable es recurrir a la segunda opción directamente, ya que seguridad del coche podría verse muy afectada si esta operación se realiza de manera inadecuada.
2. Preparar la llanta:
   Una vez retirada del coche hay que limpiarla bien y eliminar cualquier tipo de suciedad o impureza. Después de un lavado a conciencia con agua y jabón es importante aplicar un limpiallantas con descontaminante férrico. Lo más recomendable es emplear un cepillo de pelos duros o un estropajo para este proceso.
   
   Hay que tener cuidado de no retirar los plomos o contrapesos. En caso contrario hay que ir a una tienda de neumáticos a que vuelvan a equilibrarla.
   
   Dados los componentes químicos, tóxicos y corrosivos que tienen estos productos, es recomendable utilizar guantes y mascarilla.
   
   Precio aproximado limpiador de llantas: Desde 10 euros/litro.
   
   
   
    
3. Reparación de daños:
   Si el neumático no se separa de la llanta lo mejor es cubrirlo con cinta o papel de periódico para evitar que se ensucie.
   
   Una vez localizados los rasguños, arañazos y demás desperfectos, generalmente en la circunferencia de la misma, es momento de empezar con el lijado. Es importante hacerlo de forma cóncava y progresiva.
   
   Es necesario retirar la menor cantidad de material posible al lijar, ya que, en caso contrario, luego será más difícil unificar el aspecto visual del conjunto.
   
   Lo mejor es comenzar con una lija de grano grueso –80– y, paulatinamente, pasar a fina –120 a 240. Cuanto más alto sea el número, más ligero es el granulado.
   
   Hay que frotar los daños hasta que se noten uniformes al resto de la superficie. Posteriormente hay que limpiar el polvo del papel de lija con un paño seco.
   
   Si las abolladuras y arañazos son demasiado profundos es necesario utilizar masilla para rellenar y nivelar las superficies. Su puede aplicar con espátula o incluso con el propio dedo. Si se usa en áreas planas y no dañadas puede acabar generando protuberancias antiestéticas.
   
   Una vez seco el material, hay que pasar una lija fina con grano 400, que ayuda a conseguir una superficie suave y nivelada. Hay que frotar hacia delante y hacia atrás hasta que se vea y se sienta completamente uniforme.
   
   Precio aproximado: Desde 4 euros/unidad.
   
    
4. Acabado final
   Una vez estén corregidos los defectos es momento de la última fase, que se divide en tres etapas:​
   
   - Imprimación: Se aplica para posteriormente fijar la pintura. En tiendas especializadas venden botes de spray ya preparados. Su aplicación se realiza a una distancia de unos 15-20 centímetros del borde y con movimientos de barrido. Una sola capa de imprimación suele ser suficiente aunque lo recomendable es seguir las instrucciones del fabricante.
   
   Una vez aplicada la mano hay que esperar un mínimo de 30 minutos para que se seque.
   
   Precio aproximado: 14 euros/unidad de 400 mililitros.
   
   - Pintado: La elección de la tonalidad más adecuada a la original es recomendable para conseguir un buen resultado final. Los diferentes fabricantes disponen de códigos de color específicos que se pueden solicitar en tiendas especializadas. Para obtener esta información el usuario puede recurrir a internet o a consultar directamente en un concesionario de la marca.
   
   Al igual que sucede con la imprimación, se puede aplicar pintura en spray o bien con una pistola. Antes de rociarla es imperativo asegurarse de que la imprimación esté completamente seca.
   
   Para aplicarla es necesario colocarse a 25 ó 30 centímetros y mediante un movimiento de barrido. Después de que seque la primera capa –de 30 a 60 minutos–, es conveniente rociar dos o tres veces más para conseguir un buen resultado.
   
   Precio aproximado: 20 euros/unidad de 400 mililitros.
   
   - Lacado: Sirve para sellar el trabajo de pintura y evita que se raye o se desprenda de la superficie. Según el producto utilizado, el tiempo de secado oscila entre las ocho a 24 horas.
   
   Precio aproximado: 10 euros/unidad de 400 mililitros.