Cinco conductas al volante que pueden causar accidentes y no se tienen en cuenta

Los accidentes de tráfico son, por desgracia, inevitables. Sin embargo, todos los conductores podemos tener una serie de comportamientos que minimicen los riesgos. Estos van más allá de los típicos que nos recuerda la DGT por ser los más repetidos, tales como no hablar por el móvil o respetar los límites de velocidad. A continuación repasamos cinco conductas en las que muchos caen y que, sin ser conscientes de ello, nos hacen tener más papeletas para que un determinado desplazamiento acabe mal.

CONDUCIR CON CHANCLAS

Se trata de una de las faltas más repetidas entre los conductores especialmente en verano. Para conducir hay que llevar el calzado adecuado, y desde luego que entre los ejemplos del mismo no están las chanclas. Al no ir la suela de las mismas fijada al pie, se corre el riesgo de que la propia chancla se cuele por debajo de algún pedar y se quede el pie enganchado. Los metros que uno recorre hasta librarse de ello pueden resultar fatales.

Además de todo esto hay que recordar que si las autoridades nos pillan al volante con chanclas nos puede caer una multa de 200 euros. No está tipificado como tal en la normativa, pero sí que se establece en ella que la vestimenta del conductor no debe tener opción de impedir una correcta movilidad. Queda, por tanto, a interpretación del agente.

CONDUCIR CON AURICULARES

Más allá de que está prohibido conducir con auriculares y que nos puede costar una multa de 200 euros y tres puntos del carnet, esta práctica debe desterrarse por simple sentido común. Llevar puestos unos cascos mientras se conduce nos aísla de lo que sucede en el exterior, por lo que resulta imposible percatarse de toda la información que viene del exterior sobre todo a nivel sonoro. La música y las conversaciones telefónicas, a través del manos libres o nada.

MANEJO DEL SISTEMA DE INFOENTRETENIMIENTO

La progresiva ganancia de protagonismo por parte de la tecnología en nuestros coches ha hecho que los sistemas multimedia que estos presentan sean realmente complejos. Una simple acción como poner la radio o, en algunos casos, manipular el climatizador, puede suponer el apartar la vista de la carretera durante unos segundos que pueden resultar fatales. Los coches que han desterrado por completo los mandos físicos a favor de los táctiles no hacen más que empeorar esto. En la medida de lo posible has de preparar todo lo que estimes necesario antes de ponerte a conducir y, si quieres cambiar algo que requiera perder la atención de lo importante, para para hacerlo.

COMER Y BEBER

Otra de las cosas que solemos hacer y no deberíamos especialmente durante el verano es comer y beber al volante. Los largos viajes hasta el destino y las ganas de llegar a él nos hacen ingerir tanto líquido como alimento mientras conducimos. Es una distracción más y como tal puede acabar mal, sin contar que además puede suponer una multa de 100 euros al considerarse como falta leve. Lo ideal es que pares para cualquiera de las dos cosas, aunque también es importante mantenerse hidratado durante los viajes largos. Tener una botella de agua a mano para beber cuando la situación lo permita es recomendable, a pesar de que sobre el papel los agentes tengan potestad para multar. De nuevo ha de imperar el sentido común.

DISCUTIR

Pasar mucho tiempo seguido metido en un coche como sucede en verano puede hacer que la tensión entre los ocupantes aumenta. Sea por esto o por cualquier otra cosa, todos los viajeros han de tener la mente fría. Una conversación subida de tono hará que el conductor recorra muchos metros sin tener el control real de la situación. No hay nada que no puede esperar a hablarse cuando finalice el viaje.