Tim Goss y McLaren: Crónica de un cese anunciado

El primero tiene un perfil muy diferente al de Tim Goss: más que un diseñador, es un organizador y de hecho, se ocupaba, sobre todo, de la fabricación del coche.

No diré que me ha sorprendido la noticia. Quizás la única cosa inesperada es que se ha producido un poco antes de lo que pensaba… pero justo a tiempo para poder plantear el futuro MLC34, partiendo de una base si no nueva, sí muy remodelada y sobre todo, con métodos nuevoss de trabajo.

Para mí, las voces de alarma de que algo podía ocurrir entre las paredes de Woking, las dio una información de Red Bull. Los austríacos dijeron que hasta agosto no decidirían sobre Daniel Ricciardo o eventualmente, otro compañero para Verstapenn y también que se daban hasta esta fecha para decidir sobre el motor de 2019 y 2020… cuando todos daban por hecho que Honda tenía todos los números de sustituir al Renault. 

Junto a ello, los franceses del rombo admitían su interés por continuar suministrando propulsores a Red Bull. Está claro que el equipo Renault está todavía en fase de crecimiento y que su objetivo es apostar por alcanzar podios en 2020... o quizás estar preparados para las nuevas reglas de 2021. Pero entre tanto, quieren ganar algunas carreras como motorista. Para muchos ésta era la apuesta que hicieron al firmar con McLaren. Buscaban en Woking el sustituto, por si los de Milton Keynes tomaban 'las de Villadiego-San'.

Renault había dado tiempo hasta este GP de Bakú a Red Bull para que tomara una decisión. El alargamiento del plazo sólo tiene un sentido: no se fían de que McLaren encuentra la competitividad perdida. 

La situación recuerda un poco, a la inversa, lo que los de Woking buscaban con Honda: reverdecer laureles y glorias pasadas, revivir la leyenda. Buscaban un motor ganador para mostrar su valía y ese propulsor aún está en embrión. No pudo ser. 

Y ahora, aunque Renault no había motorizado antes a McLaren, el motorista francés quería equipo ganador –y con presupuesto apropiado– para presionar a Red Bull o reemplazarle, llegado el caso, porque su propio equipo no estará en condiciones de hacerlo todavía. Los del rombo parece que ya tienen claro que lo de McLaren no será así, al menos a corto plazo.

¿CUENTA ATRÁS PARA BOULLIER?

Uno tiene la impresión de que en Woking se ha iniciado una no dire 'caza de brujas' pero sí una importante remodelación… en la que incluso Éric Boullier no tiene posición asegurada en el nuevo organigrama. Es más, no me extrañaría que hubiera comenzado para él una 'cuenta atrás'.

Quizás pasamos por alto la importancia que tuvo, hace poco más de una semana, un inicio de restructuración del Grupo McLaren, en que todo el sector de competición pasaba a estar bajo la batuta de Zak Brown. Quizás se pensó que era una forma de oficializar lo que parecía ya ser un hecho real y práctico, pero posiblemente éste fue el 'pistoletazo de salida'.

Tim es la primera ficha en caer. Como en fútbol, cuando un equipo no funciona, el primero en irse es el entrenador. Y en este caso, como los resultados dependen sobre todo de la tecnología, es el director técnico el que paga los platos rotos.

Pero seguirán más… a no ser que ese McLaren B, el que lleve todo el ‘pack’ de actualizaciones en Barcelona y que debe permitirles –según se estima– ganar seis décimas, les de un poco de oxígeno. Es cierto, seis décimas es poco cuando necesitas ganar el triple para estar a rueda de los de delante… pero al menos, sería un balón de oxígeno.

En los últimos tres años, las limitaciones del motor Honda camuflaron muchas otras. En McLaren se llegaron a convencer –al menos eso sostenían– de que tenían uno de los mejores chasis del Mundial y sólo el propulsor impedía que ello se reflejara en pista. Pero los resultados de las tres primeras carreras han dejado claro que no todo era así, tal y como escribimos hace sólo diez días. 

Hubo dudas sobre lo que lo que había sucedía. Es cierto que tras Australia –y los problemas de fiabilidad en los test– ya sonaron algunas alarmas, por más que los resultados parecieran halagüeños. Pero ya en muchas ocasiones, hemos escrito que 'las posiciones camuflan, los cronos ni mienten' y que el ser líder de segunda división tras las primeras carreras, quizás fuera un simple espejismo o una de esas sorpresas de inicios de temporada que luego las 'jornadas' se encargan de desmontar.

Una de las razones que dio Boullier para cambiar al motor Renault es que tenían miedo a que el equipo se descompusiera aún más y que gente importante, en el más absoluto desánimo, buscara nuevos barcos en los que enrolarse. Pero el cambio parece que no ha causado el efecto esperado, aunque ha tenido una virtud: ha puesto sobre la mesa, al descubierto, las carencias de McLaren.

Todo ello deja una impresión clara. McLaren se halla justo en el punto de no retorno. Su situación recuerda a la de Ferrari en una época, en la que la batalla política interna, ante la falta de títulos, le puso en serios apriertos deportivos. 

Pero, sobre todo, me recuerda la historia de Williams, –de hecho entre Ron Dennis y Frank Williams hay demasiados lazos que unen sus historias– que de ser uno de los equipos grandes, hoy ha caído en la mediocridad y corre serio peligro de desaparecer, si damos reconocimiento a las palabras de Claire Williams, más o menos así: "o límite presupuestario o bajada de persiana". 

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