La sombra de la guillotina se cierne sobre Alpine
El equipo no tarda ni 24 horas en anunciar que Oscar Piastri será el sustituto de Fernando Alonso. Y éste, nada más poner los pies en Australia, se entera del tema y desmiente no ya el haber firmado contrato, sino que afirma que no correrá con Alpine.
A Otmar Szafnauer no es que le hayan crecido los enanos, es que se han tornado más altos que Pau Gasol, en gigantes. Bueno, a Otmar y a Laurent Rossi.
Ironías del destino. A Alonso se lo arrebata Lawrence Stroll, que hasta el año pasado era su patrón y con la complicidad de Flavio Briatore –se supone– que había sido el jefe del equipo de Enstone en la época de los títulos de Fernando. Y en el caso de Piastri… bueno, se va a un equipo –todo lo indica– al que de forma momentánea salvaron al suministrarle motores Renault y que se pasó a McLaren.
Y de golpe, Laurent Rossi queda en entredicho. Su proyecto de que Alpine también esté en Le Mans y de que Alonso capitaneara el asalto a las 24 Horas –posible causa de la marcha de Fernando porque sólo pensaba en Le Mans para cuando dejara la F1, más allá de 2024 o 2025– hace aguas.
No creo que a Luca de Meo, el director ejecutivo del Grupo Renault, le haya gustado mucho la noticia. Ha sido el firme impulsor de la política deportiva de Alpine como base del relanzamiento de la marca y eso no ayuda.
No les extrañe que caigan cabezas. De hecho, sólo deberían extrañarse si esto no sucede. La posición de Szafnauer se ha debilitado mucho. Lo de enterarse por la prensa o hacer un anuncio desmentido de forma inmediata puede ser habitual en política, pero no en Fórmula 1.
Lo cierto es que, desde que Alonso se fue de Renault en 2006, el equipo ha conocido muchos vaivenes, idas y venidas, que se han intensificado últimamente. Alpine ha ganado competitividad, pero las 'sillas giratorias' están a la orden del día. Cayó Éric Boullier, cayó Cyril Abiteboul –que debía tener las funciones que hoy ocupa Laurent Rossi, pero renunció en un 'plis plas'–, cayó Rémi Taffin; cayó Marcin Budkowski; Davide Brivio está aparcado; su piloto de ensayos Guanyu Zhou –2020– es titular en Alfa Romeo y el actual, Oscar Piastri, quiere cambiar de aires como ha hecho Alonso.
Siempre se ha dicho que Ferrari era el ejemplo perfecto de un equipo víctima de la 'caza de brujas interna', de politiqueo entre bastidores, de que sus cargos de importancia se sentían en el disparadero. Un ambiente digno de Maquiavelo en el que, durante una época, un ascenso en el organigrama parecía un escalón más hacia el cadalso. Pero con esto, la posición de los dos responsables del Alpine en estos momentos me parece mucho más en peligro que la de Mattia Binotto o Iñaki Rueda, pese a las críticas de los tifosi a ambos.
No sé si Renault/Alpine están en plena revolución francesa, pero no me extrañaría que Luca de Meo estuviera afilando la guillotina, para que esté a punto cuando el momento lo requiera.
