Ferrari, ni tiro por la culata ni disparo al pie: directamente 'harakiri'
Todo apuntaba a un doblete de Ferrari. A una ocasión de oro para los rojos no sólo para acercarse a Max Verstappen, sino también para remontar sobre Red Bull en la clasificación del Campeonato de Constructores.
No sé si decir que les ha salida el tiro por la culata, que han tirado a la basura la ocasión o que se han disparado a un pie. Incluso diría que se han hecho el 'harakiri' en sus aspiraciones como definición más exacta.
No sólo no han conseguido el doblete, sino que tampoco la victoria ni siquiera un podio. Es cierto, todavía queda mucho campeonato, pero la fe se va perdiendo conforme no hay avances sino retrocesos.
Ferrari ha perdido la batalla táctica. En el caso de Charles Leclerc, montado unas gomas duras que funcionaban intentando protegerse de un 'undercut'. En el caso de Carlos Sainz, dos paradas nefastas, por encima de los 4''5 que le complicaron las cosas y jugando la desesperada con unas gomas blandas que difícilmente iban a durar las 23 vueltas que se les iban a exigir.
Por no lograr, ni tan siquiera la vuelta rápida, pese a que Leclerc hizo una tercera parada para montar los blandos… quizás faltaba demasiado.
Ni siquiera el último recurso, la lluvia, vino a socorrerles. Sólo lo apareció en el último giro, como si el Gran Manitú quisiera burlarse de ellos.
La táctica de la desesperación, cuando se dan cuenta que todo está perdido. De perdidos, al río.
Max ya tiene 80 puntos de ventaja a falta de nueve carreras; hay que recuperar diez puntos por carrera; en pocas palabras, lograr el doblete en las que quedan, siempre con victoria de Charles, por si a Max se le ocurre hacer terceros y alguna vuelta rápida y todo ello cruzando los dedos porque 'el dormido' Sergio Pérez le echa el aliento en el cogote.
Carlos ha visto cómo no alcanza a George Russell, como Pérez mantiene, punto más, punto menos, las distancias y cómo Lewis Hamilton llega amenazador.
Red Bull, además, cuenta ya con 100 puntos de ventaja –97 para ser exactos– en el Campeonato de Constructores y lo que es peor, Mercedes está llegando, ya sólo 30 puntos por detrás.
Más de un 'tifosi' se había indignado cuando Mattia Binotto repetía una y otra vez "nuestro objetivo no es ser campeones, sino competitivos". Para los 'tifosi', Ferrari sólo podía tener un objetivo, el primero… y ahora incluso el segundo parece en duda, comprobando que cuando Mattia lo decía no era por 'protección' –del equipo y de su puesto– sino porque estaba 'resabiado' de todas estas últimas temporadas y posiblemente hacía una lectura más fría y realista de la situación. Mal que pese en el 'cuore' de los tifosi.
