Del mítico duelo Arnoux-Villeneuve a los toques actuales

Sin embargo, la batalla más importante, la más espectacular y larga, la mítica de la F1 fue la que protagonizaron René Arnoux y Gilles Villeneuve en Dijon en 1979. Tan espectacular que aquel Gran Premio se recuerda más por eso que por la victoria de Jean-Pierre Jabouille, la primera de Renault, la primera de un motor turbo.

Claramente por delante de otras, como la que protagonizaron Sebastian Vettel y Lewis Hamilton en 2019 en Canadá y de la que salió ganador Lewis aunque el alemán cruzó en primera posición ka línea de meta, pero le penalizaron con cinco segundos.

René ha evocado aquel duelo en una conversación con el expiloto y ahora comisario Emanuele Pirro y éste la ha explicado en una entrevista a la publicación italiana Autosprint. Todo a raíz de que ambos hablaron sobre el episodio entre Vettel y Hamilton.

"Emanuele, sobre esta historia –Vettel-Hamilton– nadie ha comprendido nada. Hubo una evidente falta de respeto que en nuestros tiempos no se daba y a quien trata de reinstaurar el respeto como tú, le critican. En el duelo con Gilles yo puse mi vida en sus manos y él, la suya en las mías. Los dos sabíamos que el rival no nos regalaría un centímetro, pero sabíamos que nadie habría hecho una 'cerdada'".

En la vuelta 20, es decir un cuarto de carrera, nadie habría sospechado que iba a presenciar tamaño duelo. Es más, Villeneuve y su Ferrari 312 T4 parecían cómodamente asentados en cabeza con 4''5 de ventaja sobre Jabouille y 15 segundos sobre Arnoux, pese a que los dos Renault salían de primera fila, pero los turbo aún tenían un cierto de respuesta y Villeneuve los superó a ambos; si Jabouille por lo menos se colocó en segunda posición, Arnoux cayó a la novena.

Jabouille comenzó entonces a recuperar terreno sobre Gilles. Le alcanzó en la vuelta 32; era algo más rápido en la recta pero perdía un poco de tiempo en la sección sinuosa y cometió un pequeño error que le costó un segundo. La caza comenzó de nuevo, ya con doblados de por medio, y cuando Villeneuve se aprestó a doblar a Elio de Angelis, Jabouille cogió el rebufo y superó al canadiense tras un par vueltas pegado a su cola. Gilles, con los neumáticos ya algo degradados, no pudo replicar y vio cómo 'la tetera' –como se conocía a los Renault Turbo– se marchaba.

Todo hacía prever en la vuelta 50 que la clasificación era inamovible y que el resto de carrera, al menos en cabeza, no iba a ser precisamente electrizante: Villeneuve estaba ya a más de cuatro segundos y Arnoux, a 30.

Pero a partir de la vuelta 60, Villeneuve comenzó a ceder un segundo por vuelta y a diez vueltas del final Arnoux se colocó a sólo siete segundos del Ferrari. La afición, en vilo; los franceses soñaban con un doblete Renault.

Con los problemas de neumáticos ya muy acentuados, Villeneuve tiene problemas en la frenada de Villeroy –final de recta, curva bastante rápida–, mientras Arnoux le alcanza en la vuelta 75, a cinco del final. ¡La gran batalla comienza!

Al comenzar la vuelta 78, Arnoux superar a Villeneuve por la segunda posición… pero Gilles no se rinde y ambos hacen Villeroy rueda con reda, en paralelo, incluso se tocan, pero Arnoux tiene el interior y mantiene la segunda posición.

Pero en la recta de meta, Arnoux comienza a tener problemas de consumo y no puede distanciar al Ferrari como se esperaba. Villeneuve se da cuenta, retrasa la frenada, hace deslizar sus ruedas y se lanza al interior de Villeroy, donde Arnoux no lo esperaba; la maniobra desesperada del canadiense surte el efecto deseado y Arnoux intentan tomarse la revancha en la recta tras el largo y rápido curvone de Pouas.

Arnoux llega a alcanzar a Villeneuve en Villeroy, pero éste frena tarde, bloquea ruedas y conserva su trayectoria. Los dos monoplazas van en paralelo en esta curva, en las eses de Sablières… Arnoux pone una rueda en la tierra y se va hacia fuera y Villeneuve se tira al interior pero queda mal colocado para la curva 4. Aguanta y los dos coches llegan juntos a la horquilla. Arnoux parece que sale mejor, está por delante, pero el motor de Renault comienza a ratear, falto de combustible y Villeneuve le alcanza por fuera en la parabólica de entrada a meta… para superarlo y entrar ganador sobre la línea de meta.

¡Nunca lo olvidare! Fue uno de mis primeros Grandes Premios como enviado especial de Mundo Deportivo. Esas últimas vueltas las seguí desde el parking del paddock… pegado a la valla que lo separaba de la pista; como estaba en un lugar elevado, se veían cuatro curvas… y tras el último paso por allí acudí a la sala de prensa corriendo para saber quién había terminado en segunda posición. Por entonces, en las salas de prensa no había televisiones como ahora; ni tampoco tiempos en directo, claro.

En su entrevista, Pirro lo reconoce. "Hoy en día, el piloto que está en el interior 'acompañaría con gentileza al otro hacia el exterior". Levantas o te vas fuera. Es lo que hizo Fernando Alonso con Kimi Räikkönen en Austin, como él mismo ha reconocido: "Siempre obligas al otro a salirse cuando frenas por el interior". Y eso que reconció, cuando Kimi anunció que se retiraba, que es uno de los pilotos más limpios que había conocido: "Siempre puedes confíar en él, rueda a rueda. Es un rival limpio".

Tanto Pirro como Arnoux concluyen que hoy falta el respeto porque si te tocas no pasa nada –al menos en las curvas más lentas– dada la protección de los pilotos. Es esa sensación la que hace que arriesgues más, que respetes menos los márgenes. Y eso me recuerda lo que en su día dijo Chris Amon: "¿Yo piloto con mala suerte? Salí vivo, sin un rasguño, en la época en que muchos compañeros morían cada temporada".

Sir Jackie Stewart es del mismo parecer que el piloto neozelandés. "En Silverstone, Lewis y Max pecaron de exceso de arrogancia. En mis tiempos, Max habría muerto". Cree que siguen exagerando y teme que la cosa vaya a más "si uno tiene necesidad de ganar una carrera y se deja llevar". Incluso llegó a afirmar que "Max está tardando más de lo debido en madurar", tras aquel incidente británico. Si yo fuera el jefe de su equipo, les diría: "Por el amor de Dios, no lo vuelvas a hacer. Que lideres el Mundial no significa que estés 'a prueba de balas'".