Almacén F1

GP de Italia F1 2017: Hamilton ya es líder del Mundial

José Miguel Vinuesa
06/09/2017 11:08

Y llegó Monza, la última cita europea por tradición, la carrera que desde décadas se celebra en septiembre, que tiene un aire nostálgico de despedida: es el inicio del fin del calor veraniego, es el adiós a la F1 en el continente que la vio nacer y es el lugar en el que suelen decidirse cuestiones contractuales. Pero todo ello, en mitad de la belleza de un parque que adopta un circuito en su paisaje. Y no un circuito cualquiera: el más rápido del año, el que destila la velocidad pura. Simple, pero extremadamente complicado.

Sería el circuito lombardo el que definiría quién se iba en el liderato del Campeonato del Mundo, camino de las carreras en países lejanos, en el que se acabará decidiendo. Pero en sus largas rectas iba a ver nacer casi un nuevo comienzo de Mundial, con todo lo pasado, con todo lo que tendría que llegar. Y sólo dos pilotos están plenamente en esa lucha, por mucho que Valtteri Bottas quiera aferrarse a sus opciones, que las tiene, por el título. Hay dos nombres por encima del resto, muy por encima.

La primera sesión de entrenamientos libres dejó clara la supremacía de Mercedes en la pista que premia la velocidad sobre todas las cosas. En un primer momento, ambos pilotos de las flechas de plata decidieron no hacer uso del neumático superblando, el que más rendimiento ofrece. Sus primeras pruebas fueron con el blando, mientras los demás optaban por comenzar con el compuesto más rápido. Y aun así, tenían el ritmo para mantenerse con los demás, justo como ocurrió en Spa-Francorchamps hace una semana: todo un aviso para la concurrencia. Puede que la quema de aceite tuviera algo que ver, pero eso sería caer en lo conspiranoico: el motor de los de Brackley iba a ser la referencia aquí, con o sin aceite de más.

Obviamente, también probaron el superblando y ahí se adivinó la ventana de rendimiento respecto a Ferrari. ¿El neumático medio? Testimonial, nadie iba a contar con él, tan duro como el hormigón que recubre el Anello di Alta Velocità que abraza el circuito, y seguramente con un rendimiento similar. No, el fin de semana iba a ser con el superblando y el blando. Nada más. Y ahí Lewis Hamilton marcó un 1’21’’537 que dejó a su compañero a 0’435 segundos. Pero el tercer puesto, ocupado por Sebastian Vettel, estaba infinitamente lejano: 1’115 segundos, con Kimi Räikkönen a su espalda a 1’152 segundos. ¿Tan lejos? No tanto, pero no tan cerca. 

Los Ferrari tenían problemas con la puesta a punto, y no podía morder con tanta decisión los pianos de Monza, hablando en términos relativos, porque los atacaba de manera deliciosa. Salvo que el Mercedes era sublime en eso. O más concretamente, Lewis Hamilton. Vettel tuvo sus más y sus menos con los límites de la pista, en busca de los límites, con sustos en la segunda curva de Lesmo, con alguna pasada de frenada en la primera chicane. Nada preocupante. Era sólo la primera toma de contacto, que una ligera lluvia a mitad de sesión empañó y que en los últimos 16 minutos se intensificó hasta acabar las pruebas.