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GP de Bélgica F1 2017: Como sombras en el bosque de las Ardenas

José Miguel Vinuesa
29/08/2017 09:13

Se acabó el breve pero a la vez largo parón veraniego para la Fórmula 1, y lo hace, como ya es tradición desde hace años, en el magnífico circuito de Spa-Francorchamps, el trazado más largo y vibrante todo el calendario, con su mezcla de curvas exigentes y zonas de alta velocidad. Un reto en toda su integridad, más allá de zonas concretas como el Eau Rouge-Raidillon, Pouhon, o Blanchimont. Sí, antes era incluso más retador, en aquél ‘tigre enfurecido’ según Jackie Stewart de 14 kilómetros.

Se llegaba con la noticia de la renovación por un año más de Kimi Räikkönen con la Scuderia Ferrari justo antes de llegar a su circuito fetiche, a la que seguiría el sábado la también esperada extensión de contrato de Sebastian Vettel, en este caso por tres años. Era el fin de la historia sobre la posibilidad de un asiento vacante en el equipo italiano, uno de los más deseados en toda la parrilla. Ferrari opta por la continuidad en el buen ambiente del equipo, la estabilidad emocional entre dos compañeros que se aprecian en lo personal, complaciendo a Vettel con el compañero por el que había mostrado preferencia.

Por su parte, Mercedes llegaba a un circuito que debía favorecerles frente a su rival. La velocidad punta y la entrega de potencia cuentan mucho en dos de los tres sectores del circuito de Las Ardenas, y aunque el segundo sector, más revirado, llevaba a priori la etiqueta Ferrari, en el global de la vuelta esta es una pista en la que el equipo de la estrella de tres puntas no podía dejar escapar un buen resultado. Un equipo en el que se mantenía la incógnita sobre la renovación de Valtteri Bottas, que no debería tardar en llegar vista su integración en el equipo y su rendimiento.

Los primeros entrenamientos libres dejaron al Ferrari de Räikkönen en cabeza con un tiempo de 1'45"502, con Lewis Hamilton a 0'053 centésimas y Vettel tercero a 0'145 segundos. Así de cerca en la primera toma de contacto, que se vio interrumpida por el accidente de Felipe Massa a la salida de Les Combes, un golpe bastante fuerte que dañó el chasis e impediría al brasileño salir a pista el resto del viernes. Mientras tanto, Fernando Alonso, cuyo McLaren estrenaba algunas mejoras, se encontraba con una falta de potencia al inicio de la sesión que le obligaba a volver a boxes inmediatamente. Por fortuna no hubo grandes complicaciones y pudo volver a pista bastante pronto.

El susto se lo llevó Bottas a falta de media hora para acabar la sesión, con una extraña salida de pista en la chicane de Fagnes, golpeando ligeramente el muro, pero pudiendo evitar daños mayores. Vuelta a boxes para pasar el susto y revisar el coche, fue el saldo de la excursión. Ferrari se había mostrado rápido con los neumáticos ultrablandos, pero Mercedes estaba dando un auténtico golpe en la mesa marcando tiempos muy competitivos con los blandos.

La segunda sesión dejó más pistas. Para empezar, que el ritmo en tandas largas de Ferrari era ligeramente mejor que el de Mercedes, pero que a una vuelta estos últimos estaban por delante, especialmente Lewis Hamilton, con un mejor tiempo con un 1'44"753 que dejó al resto bastante lejos –Räikkönen mantenía su forma, pero ya a casi 3 décimas–, pese a no ser una vuelta redonda. Entre los Ferrari y Bottas, con iguales gomas, la distancia era mínima, con Bottas en tercer lugar. Tras él se colocaría un Max Verstappen que ya acostumbra a rendir bien los viernes, con un coche de gran carga aerodinámica que en Spa, sin embargo, con un motor Renault, no los convertía en un equipo a tener en cuenta.

La lluvia hizo acto de presencia en mitad de algunas tandas largas a falta de media hora para el final, y eso puso el punto final a las elucubraciones sobre el ritmo de carrera. No habría sorpresas: la carrera era e iba a ser entre los rivales de todo el año, sin nadie de por medio, más aún porque no se esperaba lluvia para el domingo, algo que siempre puede mezclar las cosas.