GP de Rusia - Carrera

Victoria de Hamilton que huele a título y podio de Vettel y Pérez

Víctor Serrano
11/10/2015 14:49

Imaginen ese olor inconfundible proveniente de la cocina que te lleva embelesado hasta la mesa donde espera recién hecho tu plato favorito. Una delicia. Pues ahora, trasladen eso a los fogones donde se fabrican los sueños. Cambien el olor que colma los estómagos por uno que sacia las ganas de éxito. Un olor que avisa que algo grande se está cocinando. Alguien dentro de la Fórmula 1 ya puede olerlo, sentirlo tan fuerte que hasta lo puede agarrar con las manos.

73 puntos de ventaja. Con esa diferencia a falta de cuatro citas con la bandera cuadriculada se antoja imposible pensar que se le pueda escapar entre los dedos. Ya lo tiene. Hamilton es libre de ir haciendo los preparativos de la fiesta en la que celebrará su tercera corona. Desde muy pronto este 2015 apuntaba a ello, y ahora se puede dar por seguro. El cuento se ha acabado para Rosberg. Esta historia repetirá final.

Nico empezaba con la vista despejada y con un reto que superar: evitar que Lewis repitiera la salida de Japón. Lo hizo, aguantó la embestida del británico como se debe, pero en la quinta vuelta algo iba mal. El pedal del acelerador de su W06 estaba atascado y el alemán se quejaba por la radio. Tres vueltas más tarde tomaba el camino de boxes dejando tras de sí toda mínima esperanza que pudiera tener. Ahora la preocupación de Rosberg es otra, y va de rojo. 

Se llama Vettel y, en estos momentos, es el poseedor del subcampeonato de la temporada por siete puntos. Con Rosberg en el garaje y Hamilton dominando plácidamente el pelotón, la emoción estaba reservada a la lucha por el podio. Primero, había que despejar la incógnita de la segunda plaza. Cuando Bottas se vio envuelto en tráfico al adelantar demasiado su parada, Sebastian simplemente tuvo que esperar un poco para asegurarse el segundo peldaño.

Eso sí, con dos finlandeses pegados a su caja de cambios.

Pero, con unas ruedas con 40 vueltas Checo estaba condenado. Primero fue Bottas, y luego le pasó Räikkönen. La batalla ya era de dos, pero la impaciencia jugó una mala pasada… Kimi se tiró al vértice de la curva diez como un pollo sin cabeza y dio la estocada a Valtteri. El FW37 se quedó ahí, tirado y alejado del podio por un martillazo. El SF15-T pudo cruzar la meta, pero lo haría tras un Pérez exultante, e incluso tras un Massa que cambió los papeles en Williams.

Con la quinta posición de Räikkönen en duda por su imprudencia, lo único seguro fue la sonrisa de Pérez al bañarse en champán año y medio después. Merecidísimo, como también lo habría sido que Sainz acabara en los puntos. Y es que si el de Force India fue todo coraje y pundonor, lo del madrileño no se quedó atrás. Recuperado de un accidente que desmontaría a cualquiera rodaba séptimo cuando sus frenos iban en llamas. Sexto abandono obligado del año.

Nos podemos quedar con eso, con lo malo, o con lo que realmente importa: 46G, 5 segundos de sanción por cruzar la línea del pit lane, un coche que era imposible mantener en el asfalto, y, a pesar de todo, exprimiendo cada gota de sudor, cada esencia de talento, hasta el final. Su lucha con Ricciardo fue memorable, al igual que el ritmo que pudo mantener tras él. Por todo eso, se merece que nos desgastemos las manos de aplaudir. Bravo.

Se contaron siete abandonos, los ya mencionados y los de Ricciardo (al final), Hülkenberg y Ericsson. Éstos últimos protagonistas del primer SC tras un trompo de Nico. Ante tanta retirada, McLaren puntuó por partida doble con Button y Alonso cerrando el Top 10. Un punto para celebrar su GP 250. Kvyat, Nasr y Maldonado se repartieron el resto de puntos a los que no llegó Verstappen por un pinchazo. Una carrera sin respiro que no inquietó al rey de hierro. ¿Lo huelen?

 

PENALIZACIONES: Räikkönen y Alonso fueron sancionados tras la carrera. Al finlandés le sumaron 30 segundos por su incidente con Bottas en la vuelta final, por lo que baja a la octava posición y da el Mundial de Constructores a Mercedes; y a Alonso le sumaron cinco segundos por no respetar los límites de la pista que le hacen perder su posición con Verstappen y, por tanto, el punto que había conseguido en su GP 250.