Lo que pudo ser y no fue

Estábamos inmersos en un fin de semana que podía ser histórico para los hispanohablantes y no lo sabíamos. Con los Ferrari y los Red Bull en la zona más alta en los dos primeros Grandes Premios del año, faltaba por aparecer en la fiesta el Alpine de Alonso… y, al menos en los entrenamientos libres, parecía tener ritmo para estar ahí.

Como Alpine suele estar arriba en los libres y después ‘caen’ un poco en la clasificación, no terminábamos de creernos esta historia. Sin embargo, Fernando Alonso nos ha hecho volver a creer en su famoso plan a lo largo de la clasificación a base de buenos tiempos, sobre todo en un segundo sector que parecía ser su ‘coto privado’.

El asturiano, de hecho, estaba marcando prácticamente en todo momento los mejores tiempos en el segundo sector. El Alpine va muy bien en las rectas, lo dijimos ayer. Mientras tanto, la Q2 terminaba con Sergio Pérez en lo más alto de la tabla de tiempos y Carlos Sainz en la segunda posición. Todo eran buenas noticias.

Pero las buenas noticias se han acabado en la Q3. En un primer intento con dos sectores mágicos por parte de Fernando Alonso, el piloto asturiano venía incluso más rápido que Charles Leclerc –sí, más rápido que el ‘Poleman’–, pero una avería en su monoplaza ha significado que su motor se apagase y se ha ido directo hacia las barreras de la curva 11. Es cierto que el último sector es el que más se le atragantaba al Alpine, pero como mínimo estaba en la pelea por las dos primeras filas de la parrilla.

"He perdido la hidráulica y no podía cambiar de marchas", señalaba Fernando vía radio. Lo que no sabíamos en ese momento es que la mala fortuna de Alonso también ‘salpicaría’ a Carlos Sainz, ya que no ha podido completar su primera vuelta por apenas unos segundos –debido a la bandera roja– y su clasificación se pondría cuesta arriba.

Para más inri, el Ferrari del piloto madrileño no quería arrancar cuando la sesión ha sido reanudada y, al salir muy tarde a la pista, no ha podido calentar correctamente sus neumáticos. Esto ha significado tener algún que otro susto durante su vuelta y finalmente sólo ha podido ser noveno –sin completar una buena vuelta en realidad–.

Ante los problemas de Sainz y Alonso, sólo quedaba Sergio Pérez como hispanohablante candidato a la Pole, pero el mexicano no ha podido con Charles Leclerc y Max Verstappen, así que ha tenido que conformarse con la tercera posición.

Ha sido una pena esta clasificación. Los ‘nuestros’ tenían buenas opciones y se han esfumado por una serie de desafortunados problemas. No obstante, nunca hay que perder la esperanza y, aunque será difícil adelantar mañana, seguro que disfrutaremos de un buen espectáculo.